Descendientes de quien fuera alcalde de la ciudad, Isidoro Rubio, entregan un original de Lobo y una pintura de García Ergüin.
Herederos de Isidoro Rubio Gutiérrez, quien fuera alcalde de la ciudad de 1902 a 1908, han procedido esta mañana a hacer entrega al Ayuntamiento de dos obras de arte propiedad de la familia, en concreto de una escultura original de Baltasar Lobo y de una pintura de Ignacio García Ergüin que plasma una vista de la ciudad de Zamora.
Presidido por la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, el acto ha servido para rendir homenaje a la figura de Isidoro Rubio como zamorano, empresario, emprendedor y político. Así, se ha recordado su etapa como alcalde pero también como senador por Zamora o como primer presidente de la Cámara de Comercio.
La alcaldesa ha reconocido el papel de Isidoro Rubio al frente de la Alcaldía en "tiempos muy difíciles" que convirtió a Zamora en una ciudad más contemporánea con numerosas mejoras en los servicios públicos.
Bajo su mandato, como recordaba también su nieta, Teresa Romero, se dotó a Zamora de luz eléctrica, se acometieron las redes de abastecimiento de aguas, el servicio de Bomberos y se contruyó el actual Mercado de Abastos. También en aquella época se iniciaron las obras del Instituto de Eneñanza Media, instalando a Zamora en la modernidad.
Con más de cien descendientes -nietos, biznietos y tataranietos- la familia Rubio Sacristán ha querido cumplir el deseo de José María Rubio de donar al Ayuntamiento ambas piezas en memoria de quien fuera alcalde de la ciudad. "Ser alcalde -indicaba Rosa Valdeón- es un papel siempre complejo. Quienes lo asumen sólo por eso merecen gratitud".