viernes. 19.04.2024
Un momento del acto celebrado en el centro de Buenos Aires.

El Centro Zamorano de Buenos Aires celebra un acto para recibir las obras completas del poeta, ofrecidas por la Comisión organizadora del 80º Aniversario del poeta.

Como antaño lo hiciera su abuelo Baltasar, cuyos relatos de emigrante en La Pampa argentina, allá por los años 20 del pasado siglo, despertaron su pasión por la literatura y la imaginación infantil del poeta de Formariz, ahora él ha podido cruzar el Atlántico y acampar en el Centro Zamorano de Buenos Aires. No su persona, por desgracia ausente de esta vida desde el 11 de enero de 1979. Sus obras completas "Poesía", en este caso, y su espíritu que se recreará en los lectores que allí gusten leerlas.

No se olvidó de los zamoranos y sayagués emigrantes en Argentina la Comisión encargada de preparar el programa de actos del 80º Aniversario del nacimiento de Justo Alejo, a celebrar en el ya muy próximo año. Aunque lejos en la distancia, no lo están en los afectos. Por eso quiso incluirlos en su programa cultural "Tanto gusto conocerte, paisano" que ha venido desarrollando durante todo el año 2014, en colaboración con la Fundación Jorge Guillén, en colegios, institutos, bibliotecas municipales y asociaciones culturales de la comarca sayaguesa, entregando ejemplares de la obra de Justo Alejo, en una campaña cultural encomiástica.

Una travesía sin sobresaltos
Esta singladura transoceánica no estuvo exenta de dificultades. Los dos tomos de las más de mil páginas de poesía del sayagués, lujosamente encuadernados, tienen un peso que hacía gravoso su envío. Por ello hubo que esperar a poderlos entregar personalmente a alguien que viajara de regreso a Buenos Aires y tuviera la amabilidad de incluirlo en su equipaje personal y, una vez en destino, hacer entrega de los mismos al Centro Zamorano.

Y así se hizo. Gracias a la buena disposición de la señora Cristina Sánchez Bello, integrante del grupo de participantes del programa "Siente Castilla y León 2014", de visita a la tierra de sus antepasados. El alcalde de Almeida, Domingo Martín Aparicio, contactó en Salamanca con dicha señora para proponerle este servicio. Aceptó ella de buen grado y de la mano del alcalde recibió los libros, entregándolos unos días después en su destino.

Una fiesta cultural entrañable

La Junta directiva del Centro Zamorano, que preside Florencia Calvo, convocó una fiesta cultural a celebrar el pasado 30 de noviembre. La tarde de dicho día, con una abundante presencia de socios, se celebraron dos actos culturales coincidentes puesto que ambos se ubicaban en la biblioteca "Esteban González" del Centro.

En primer lugar, se procedió a la reinauguración de dicha biblioteca, puesta en valor por la señora Paulina Fernández Beade, a quien le fue expresado el agradecimiento por su meritoria labor en pro de tan importante recinto cultural.

Y seguidamente se procedió a recepcionar los dos tomos de la obra "Poesía" que recoge toda la obra poética del gran poeta sayagués Justo Alejo Arenal. El Vicepresidente del Centro, Néstor Oscar Seijas, abrió el acto con una palabras de presentación, para pasar a leer las de saludo y agradecimiento que había enviado la Comisión Organizadora del 80º aniversario del poeta. En ellas, se puso de manifiesto la importancia de que los lazos afectivos de los emigrantes zamoranos y de sus descendientes permanezcan siempre unidos a la tierra de sus raíces y cómo es importante su participación también en este aniversario. Los del poeta de Formariz, se dijo, "les van a emocionar y a suscitar recuerdos entrañables. En ellos van a reconocerse por sus referencias a la vida campesina y al amor a aquellos pagos de infancia y juventud, por su devoción por las gentes y costumbres de antaño que forjaron nuestra personalidad y carácter... Y tantas referencias a nuestra lucha inveterada por superar las dificultades y abrir caminos de progreso, aún a costa de tener que vivir lejos de los seres queridos y de los inolvidables lugares de nacimiento".

Finalmente, intervino la presidenta del Centro, que cerró el acto leyendo uno de los poemas más significativos de Justo Alejo, en el que muestra su gran amor por Zamora y el Sayago que le vio nacer. Los aplausos sonaron fuertes y cálidos, tratando de ocultar un sentimiento de nostalgia, a flor de piel entre los asistentes.

Y Justo Alejo cruzó “El Charco”