viernes. 29.03.2024
Un momento del estreno de la cantata "El Motín de la Trucha" , de David Rivas y Daniel Pérez, ayer en el Teatro Principal

Éxito rotundo del estreno de la cantata de David Rivas y Daniel Pérez, que hoy será interpretada de nuevo a las 20.30 horas.

Con la emoción a flor de piel y el orgullo de pertenecer a un pueblo forjado entre la historia y la leyenda ha escuchado el público que abarrotaba el Teatro Principal el estreno de la cantata "El Motín de la Trucha", con música de David Rivas y textos de Daniel Pérez, interpretada por la Banda de Música de Zamora, la Coral Música Antiqua de Salamanca y los solistas Conchi Moyano, Mauro Pedrero, Jaime Álvarez y el niño Carlos García, y con el hilo conductor de la voz del narrador, Fernando de las Heras.

Dicen que la emoción se respiraba por los rincones del teatro. Que se palpaba en los rostros y en los corazones, en el temblor de la voz de Daniel Pérez que quiso agradecer que el proyecto que un dia le contó al músico David Rivas ayer se hiciese realidad mientras el público ovacionaba largamente la recreación musical y poética del Motín de la Trucha.

Dicen que las viejas piedras de Santa María se convirtieron en los rescoldos de un fuego que ayer encendía el orgullo de los zamoranos, que recordaron que un día se alzaron contra las injusticias y las imposiciones.

El "Motín de la Trucha" incendiaba ayer los sentimientos de un público que escuchó con el alma puesta en pie la historia de la Zamora que un día se rebeló contra el poder de la nobleza para defender a uno de los suyos, el hijo del Pellitero.

Dicen que la Banda de Música de Zamora, dirigida por Manuel Alejandro López, arañaba con su música el alma; que los sones de Música Antiqua se convirtieron en el cántico soberano del pueblo. Que el espíritu de Benito Pellitero surgió de las entrañas de la tierra con voz profunda y grave. Que en el Teatro Principal se revivió la revuelta en el mercado por una trucha, la reunión de los nobles que quisieron humillar a los de a pie; el milagro de unas hostias que sobrevolaron el fuego proclamado en la voz del niño Carlos García; el amor imposible de Inés  y Pedro, la desolación de las llamas, la expiación del pecado y el cántico final, épico y redondo, vibrante, para ilustrar uno de los episodios más conocidos de la historia de la ciudad.

Una hora antes de alzarse el telón Daniel Pérez y David Rivas escuchaban en el patio de butacas de un teatro vacío el último ensayo antes de la prueba definitiva ante el gran público. En el aire, las voces de Conchi Moyano, Jaime Álvarez y Mauro Pedrero resucitaban los nombres de la leyenda. Los pentagramas exquisitos de David Rivas, con sello propio, como un viaje en el tiempo al corazón del medievo. El texto en romance de Daniel Pérez interpretado por el coro Música Antiqua, la voz mágica de Fernando Pérez paseando por la historia, como un ensamblaje perfecto. Todo estaba en orden como un puzle perfectamente encajado. "El trabajo está hecho. Disfrutad ahora del concierto", dijeron los autores.

Y así en el teatro se hizo el silencio mientras se abrían las puertas, comenzaban a llenarse palcos y butacas y los camerinos eran un hervidero, los corazones se aceleraban y cada cual asumía su papel sobre las tablas para mostrar ante el público que el trabajo de meses, los ensayos y repeticiones habían merecido la pena, que el sacrificio tiene su recompensa.

Dicen que la ciudad se alzó anoche en armas contra la injusticia. Que una voz muy antigua susurró al oído de los zamoranos el orgullo de su estirpe, de haber luchado por la igualdad y la dignidad de todos los hombres en un tiempo en que era una quimera para el pueblo llano.

Dicen también que en el cielo del penúltimo día de febrero una estrella iluminaba el teatro mientras la música ascendía y se hacía memoria, caricia, homenaje desde la tierra a todos los que quisieron y cantaron a Zamora con voz honda alguna vez.

El Motín de la Trucha incendió ayer, nueve siglos después, el corazón de los zamoranos. Hubo lágrimas de emoción, lágrimas sin dolor, porque a veces también las lágrimas son de puro bonito.

"Disfrutad del concierto", le dijeron Daniel Pérez y David Rivas a los músicos y cantantes antes de comenzar. Y ellos, cumplidores, lo disfrutaron y mostraron con orgullo que en Zamora se pueden hacer espectáculos de primer nivel porque talento y ganas sobran.

El Teatro acoge hoy a las 20.30 horas la segunda representación de la cantata, cuyo estreno ha sido un rotundo éxito en una jornada memorable para la historia del Principal.

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El Motín de la Trucha incendia, nueve siglos después, el Principal