Esta mañana falleció en Zamora a los 91 años el sacerdote diocesano Justino Martín Pastor, natural de Algodre, que desempeñó su ministerio en Aliste, El Vino y La Guareña antes de servir durante cerca de cuatro décadas en la parroquia de Cristo Rey.
Su cadáver está siendo velado en los salones parroquiales de Cristo Rey en la capital, y la Misa exequial se celebrará mañana, viernes 25 de noviembre, a las 16,30 horas en la iglesia parroquial de Cristo Rey, en la que sirvió hasta poco antes de su fallecimiento.
Tras su ordenación fue nombrado cura ecónomo de Valdelosa y encargado de Zamayón. Tres años después estuvo unos meses como cura ecónomo de Trabazos y encargado de Rábano, para pasar luego a las parroquias de Casaseca de las Chanas y Gema. En 1957 recibió el nombramiento de párroco de Casaseca de las Chanas, después del concurso general de 1956.
En distintas épocas se encargó también de las parroquias de Pontejos y Arcenillas. En 1968 fue nombrado cura ecónomo de Fuentesaúco, de donde fue también arcipreste, y estuvo unos meses como cura encargado de Guarrate. Renunció a la parroquia de Casaseca en 1970, y en 1975 cesó como cura ecónomo de Fuentesaúco y se trasladó a Zamora, donde fue nombrado coadjutor de la parroquia de Cristo Rey en 1977.
Desde 1986 fue juez diocesano en el Tribunal Eclesiástico de Zamora, y entre 1993 y 1996 fue director del Secretariado Diocesano de Pastoral Familiar. Tras su jubilación en 2011 fue coadjutor emérito de la parroquia de Cristo Rey.