viernes. 29.03.2024

La cultura japonesa siempre ha sido, por excelencia, una de las más ricas en mitología y leyendas ancestrales sobre divinidades, orígenes y otros temas muy variados. Esta vez venimos a hablaros de Tengú, un mito en divinidades japonesas destacable por ser tal vez el más cercano al límite de lo humano y racional.

Tengú es una palabra derivada del japonés que significa "perro celestial". Este tipo de divinidades eran representadas con características humanas y de aves. En un principio eran considerados casi como demonios cuyos presagios eran asociados a la guerra y la destrucción; sin embargo, con el paso del tiempo esa imagen cambió radicalmente y pasaron a convertirse en seres protectores.

Concretando un poco más, vamos a hablar de Karassu Tengú, una de las especies dentro del grupo que es la que ahora nos concierne. Era comúnmente representado con cabeza de cuervo, garras, afilados dientes y, en ocasiones, alas, todo ello sin perder parte de sus características humanas como el torso o las extremidades. Son mensajeros de sus jefes, los O Tengú. Sus labores se relacionan a menudo con los guerreros y las armas e incluso con las artes marciales, relación encontrada en diferentes escritos y dibujos que los representan ejerciendo estas técnicas.tengu_.jpghoy_tengú.jpg

Toda esta historia podría ser interpretada como una serie de datos curiosos de lectura amena que sirven para conocer un pequeño rinconcito más de otra cultura diferente a la nuestra. Pero no se queda solo en eso, el día 22 de julio se presenta en Zamora la oportunidad de conocer más a fondo esta historia a través de una obra organizada realizada y producida por el zamorano Jose Tola que será representada en el Teatro Ramos Carrión a las 21:00 horas. La obra se llama "Tengú" y narra la historia de Karassu Tengu desde su nacimiento hasta que logra convertirse en divinidad y decide proteger a la humanidad. Esto no será tarea fácil, los diferentes peligros y pruebas que irá superando le mantendrán a menudo al borde de la muerte. La historia está ambientada en Hokkaido (S. XII) y el noble, caótico e impulsivo guerrero que representa, al fin y al cabo, el lado más humano de la divinidad, representará el inconformismo y la lucha constante en una obra que nos acercará hábilmente a la sobrecogedora mitología japonesa.

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Tengú, el lado más humano de las divinidades japonesas