viernes. 19.04.2024

Los jugadores blanquiazules controlaron el partido durante muchos minutos pero en la suerte del portero-jugador encajaron dos tantos que les alejaron de la victoria en Segovia.

Fue un partido loco, de muchas alternativas y con muy buen fútbol sala. Si empezaban adelántandose los benaventanos en una jugada de estrategía, los locales respondían con un doblete, castigando los errores visitantes, y se ponían por delante. Entonces la pizarra de Toño funcionó y tras un tiempo muerto se volvía a poner tablas antes del descanso.

En la segunda mitad comenzó un correcalles, un partido de ida y vuelta en el que los porteros se erigían en protagonistas auque tenían que recoger varios balones de las redes. Los locales mandaban en el electrónico por dos goles, pero los zamoranos reducían siempre la distancia y ponían más picante en el encuentro. La expulsión de un jugador benaventano propició una nueva renta de los segovianos (6-4) que obligó a poner portero jugador a los blanquiazules.

Aunque movieron bien la bola y pusieron el 6-5, dos fallos permitieron a los segovianos volver a abrir brecha hasta el 8-5 y los visitantes sólo pudieron poner el 8-6 antes de que finalizara el partido.

El Atlético Benavente cae en un partido loco