Después de dos derrotas consecutivas, el conjunto rojiblanco ha conseguido por fin los tres puntos con un vistoso juego de ataque, pero con los mismos fallos defensivos que están caracterizando a los de Losada. Evuy metería el único gol del partido en el que sería su debut como titular. Con el empate del Unionistas fuera de casa contra el Mirandés el Zamora CF se coloca a diez puntos de los salmantinos.
Con una buena temperatura y el cielo despejado, era una buena tarde para que el Zamora terminara con su mala racha. El encuentro comenzaría con dominio de los locales, pero sin demasiado peligro. Como hace dos semanas, la banda izquierda protagonizaría el ataque de los zamoranos. Raúl Álvarez y Caramelo se doblaban continuamente para intentar desbloquear el marcador. No obstante, el terror de la zaga rojiblanca también parecía hacerse con el foco. En un centro del Bupolsa, Pistu despejó el balón a córner rozando su propia portería.
Todos los ojos estaban puestos en Jesús Evuy. El Ruta de la Plata solo había disfrutado de él veinte minutos en el partido contra el Villamuriel. En un centro de Caramelo, el hispanoguineano intentó un remate de chilena que se fue directamente a córner. Era el primer aviso. En el minuto 38, después de un pase impoluto de Diego Ortiz, el nuevo delantero del Zamora cabeceaba el balón a la red.
En la segunda parte, los problemas defensivos de los locales se agravaban. En el minuto 51, Félix Sancha perdía el balón en el área para que David, del Bupolsa, la mandara directamente fuera. La afición se llevaba las manos a la cabeza. Sin embargo, el Zamora intentaba ensombrecer las dudas de la zaga con bonitos detalles en ataque. Caramelo tiraría en el minuto 53 un balón a portería que se envenenaría por el camino, obligando a Mario a despejar a córner. El Zamora necesitaba dar un respiro al equipo, por lo que decidió retirar al ariete Evuy para meter a un fresco Raly. El goleador del partido se retiraría ovacionado por la afición, obligándole a responder con un sincero aplauso.
Ya en el minuto 74, el arquero Miguel, con el balón en los pies se haría un lío con la presión de un jugador del Bupolsa. El capitán decidió entonces hacer un regate digno de un delantero para zafarse del agobio burgalés. La afición se comenzaba a cansar del los continuos fallos defensivos y empezaron a reprochar con algún que otro silbido.
Ya con el pitido final del árbitro, Bellido, jugador del Bupolsa afearía el partido encarándose con un futbolista del Zamora para posteriormente irse al vestuario escoltado por un miembro del cuerpo técnico del conjunto burgalés. Por el camino, tendría tiempo para dedicarle una mirada de rabia a Losada. Este no le daría importancia y comenzaría a aplaudir al público.
