martes. 23.04.2024

Sin el apoyo de la afición, que no ha llenado el autobús que el club intentó fletar para que el equipo se sintierra arropado, pero con el convencimiento de que hay que sudar tinta para ganarles, el Zamora CF viaja a Vigo, a la playa de Coruxo, a O Vao, a enfrentarse a un conjunto gallego en buena forma, que ha conseguido salir de los puestos de descens y que quiere tener un final de liga tranquilo.

Vuelve Aarón a la convocatoria, vuelve tras perderse la pasada semana el duelo frente al CD Ourense, vuelven Rubén Sänchez y Jacobo Trigo, que la semana pasada llegaron al partido pero no estaban al 100% y que en O Vao están llamados a dar, de nuevo, un plus al equipo.

Se quedan en casa Hugo Aguado y Cristian por decisión técnico, junto a Jokin Esparza y a Rodri, los dos lesionados del primer equipo, cuatro bajas para llevarse exactamente a dieciseis a un partido vital para seguir soñando con el ascenso.

Vuelve Manu Arias a la convocatoria en el campo en el que comenzó su calvario con aquella caida que le obligó a parar quizá cuando más cómodo se encontraba en los esquemas de Aguirre. Vuelve para aportar esa veteranía en momentos clave, veteranía que ya tiene esta plantilla pese a ser una de las más jóvenes del grupo.

Llega el Zamora lanzado a O Vao, con ganas de conquistar otro estadio, de sumar otros tres puntos que le mantengan en la lucha, que le permitan seguir dependiendo de si mismos. Quieren seguir metiendo miedo a los rivales, a esos que tienen el golaverage perdido con el cuadro zamorano, a esos a los que un empate a puntos los puede dejar fuera.

Los rojiblancos saben que sólo vale ganar en un campo complicado de jugar y frente a un equipo que tiene muy claro a que fútbol quiere jugar y lo hace muy bien, obligando a los rivales a amoldarse a sus esquemas. Saben los rojiblancos que cada fallo ahora cuesta el play-off, algo que ya han vivido en sus carnes el Burgos, el Ourense y el Marino.

Llega el Zamora a O Vao a escribir otra página de oro en su historia, a seguir haciendo crecer a los que no creían, a dedicarle otra victoria a Agustín, nueve meses después de que nos dejara.

El Zamora busca entrar en la historia rojiblanca en O Vao