El plato de los viernes de cuaresma por excelencia en todo el territorio nacional es el Potaje de Cuaresma. Aunque con diversas variantes, y dependiendo de la zona geográfica donde se cocine el potaje se come en viernes y en España de forma tradicional. En nuestra Zamora y provincia casi todos tienen alguna pequeña particularidad que los hacen únicos y exquisitos. Añadir las variantes es cosa de cada uno, de cada casa, de cada madre, de cada chef, de cada gusto...Arrancamos con esta receta nuestro recorrido gastronómico por la próxima Semana Santa 2017. Exportemos lo nuestro.
Estos son los ingredientes para un buen potaje de Cuaresma:
½ kilo de garbanzos, de Fuentesaúco por supuesto
½ kilo de espinacas.
1 cebolla, ajos, aceite de oliva, sal, pimentón dulce y laurel.
400 gramos de bacalao desalado.
Para su elaboración haremos lo siguiente:
Tener los garbanzos en remojo unas 12 horas antes por supuesto y como antes decíamos garbanzos de Fuentesaúco.
Poner a cocer los garbanzos con una pizca de sal, el aceite, laurel y la cebolla cortada en dos. De otra parte cocer las espinacas; limpiándolas bien previamente. Reservamos las espinacas.
Dejamos cocer los garbanzos durante dos horas a fuego lento una vez que han empezado a hervir. Fileteamos el ajo en una sartén y salteamos las espinacas y añadimos el pimentón a poder ser de la Vera y en gustos irá picante o agridulce para dar el toque. Añadimos la mezcla a los garbanzos y dejamos cocer otro rato.
Limpiamos el bacalao de espinas y troceamos para incorporar a los garbanzos 10 minutos antes de retirar del fuego.
Servir acompañado de huevo cocido troceado, y cómo no unas guindillas de las que tanto nos apetecen en estos días de frío.
A disfrutar de cenas y comidas con un potaje ligero y sabroso. Recuerden que las legumbres y verduras junto con pescado forman parte de la dieta mediterránea.
