miércoles. 24.04.2024

Un gol del delantero eléctrico en el minuto 82 decide el derbi para los visitantes en un partido que estuvo marcado por la climatología adversa durante los noventa minutos, obligando a ambos conjuntos a jugar contra un terreno de juego que no pudo aguantar la tromba de agua que le caía encima.

Llovió como hacía tiempo que no llovía, como si los dioses quisieran darle más épica a un partido que tenía su morbo. Llovía y lo notaron los dos equipos, especialmente en el tramo final, cuando el físico empezó a fallar, especialmente en un GCE Villaralbo que había tenido más dominado el encuentro en la primera mitad pero que vio como los rojiblancos empezaban a mandar mucho más en el segundo tiempo.

Quizá se acomodó mejor a la climatología el cuadro de Tornadijo, que en la primera mitad, pese a cederle el dominio a los locales, se encontraba más cómodo y con mayor sensación de peligro. Unos cambios en el once titular de la última semana, desbarataron el sistema con el que salía Balta, que tuvo que cambiar sobre la marcha para igualar las fuerzas. Pese a los esfuerzos de ambos conjuntos, el marcador no se movió, aunque los visitantes llegaban algo más a puerta, con lanzamientos que no obligaban a Miguel a parar. Coque tuvo una ocasión bastante clara al borde del descanso, pero su disparo fue rechazado a un corner en el que Juanjo obraba el milagro con una parada de reflejos para llevar a los suyos en tablas al descanso.

En el segundo tiempo el Zamora decidió jugar más directo, aprovechar la velocidad de los suyos para encontrarle la espalda a un Villaralbo que había perdido, mediada la primera mitad, a Vilarchao que se iba lesionado. Juanjo consiguió intervenir en un par de ocasiones de peligro de los rojiblancos que por entonces ya empezaban a ser superiores, especialmente en lo físico.

Quizá en los mejores minutos de los de Balta, cuando empezaban a tener ocasiones claras, cuando los visitantes empezaban a perder fuelle y se veían más agobiados en su campo, fue cuando apareció Garban para marcar el único tanto del día, el que le acabaría dando los tres puntos a los suyos, el que desataba una tormenta eléctrica, además de la que caía sobre el cesped.

Lo intentó el Zamora, siguió apretando en busca de un empate que no llegó, en busca de un gol que permitiera a los zamoranos mantener su amplia ventaja en el liderato, su racha de partidos sin perder, justamente después de sumar 19 encuentros sin conocer la amarga derrota.

Garban desata la tormenta perfecta (0-1)