miércoles. 24.04.2024

La capilla ardiente está instalada en el Tanatorio de la Soledad y el funeral tendrá lugar mañana en San Torcuato a las 13.15 horas.

En la mañana de hoy ha fallecido en Zamora Josefa Fernández García, camarera y Hermana de Mérito de la Hermandad del Santísimo Cristo del Espíritu Santo y quien junto a su madre Florencia García jugó un importante papel en la fundación de la cofradía. La capilla ardiente está instalada en el Tanatorio de la Soledad (calle La Horta) y la misa de funeral tendrá lugar mañana sábado a las 13.15 horas en la iglesia parroquial de San Torcuato.

Entusiasta y miembro activo de prácticamente todas las tradiciones zamoranas, Pepa fue asimismo una de las primeras mujeres en ingresar en la Cofradía de La Concha, encargándose durante muchos años junto con su marido, Felicísimo del Río, de la recogida de tomillo y espadañas en las vísperas de la romería para tapizar las calles en la mañana del Lunes de Pentecostés. No en vano vivía en San Esteban, una de las calles aledañas a la iglesia de San Antolín, la auténtica casa de la Patrona de Zamora que ahora recibe culto en San Vicente. 

Heredera del apodo de su madre, "Chupina" -así la conocía toda Zamora, con todo cariño y respeto y así anunciaban hoy centenares de whatsapp su muerte en los teléfonos de los zamoranos a partir del mediodía- Pepa deja tras de sí una estela de agradecimiento en el corazón de los zamoranos que se vio compensado en un homenaje realizado por sus amigos en octubre 2007 en el restaurante París.

Cariñosa, explosiva, generosa, risueña, Pepa fue asimismo cobradora domicilio por domicilio de recibos de numerosas cofradías de la Semana Santa. Para muchas generaciones de zamoranos el sonido del timbre de su bicicleta o de su voz se convertía en el primer aviso para una Semana Santa en ciernes. Por votación popular, Pepa fue nominada en varias ocasiones al Barandales de Honor de la Junta pro Semana Santa por los internautas del desaparecido portal cofrade La Pasión de Zamora y de la web SemanaSantaZamora.org, iniciativa que nunca llegó a ser tenida en cuenta por la Junta pro Semana Santa. A pesar de todo, ha gozado siempre del cariño y reconocimiento de numerosos zamoranos a quienes saludaba con su peculiar "Perla mía", "Solete" o "Corona", expresiones que jamás olvidarán quienes tuvieron la suerte de conocerla y compartir con ella su alegría y su buen humor.

Ya viuda de Felicísimo, Pepa trasladó su vivienda al barrio de San Lázaro y en los últimos años una enfermedad que la mantenía en silla de ruedas le obligó a vivir en una residencia, siempre bajo los atentos cuidados de sus dos hijos, con los que era frecuente verla paseando por las calles de la ciudad.

 

 



Fallece Josefa Fernández, la eterna camarera del Cristo del Espíritu Santo