martes. 16.04.2024
Miguel Ángel Santos, director del grupo de danzas Doña Urraca

"El legado de Rosa do Barros está ahí, sus patrones nunca se van a alterar porque son la esencia del grupo", dice el director del grupo.

Con 32 años de edad, Miguel Ángel Santos Santos es el director del grupo Doña Urraca -al que pertenece desde los 10 años- desde que asumiese la responsabilidad al morir Rosa do Barros, en mayo de 2012. El joven se muestra agradecido por todas las muestras de cariño que reciben en estos días con motivo del 60 aniversario del grupo, que estrena mañana y el sábado su último disco-espectáculo "Por ser tan bella", todo un reto en el que los "urracos" han puesto toda su ilusión y muchos meses de ensayo y de trabajo.

-¿Cómo afronta el grupo Doña Urraca su sesenta aniversario?

-Para el grupo actual es un orgullo y un reto. Un reto porque hemos querido que sea a lo grande con todo, demostrar que somos un grupo muy vivo, muy activo y con muchas ganas a pesar de su larga trayectoria. Vamos a desarrollar un programa muy intenso ahora y en noviembre. Teníamos además muchas ganas de hacer un disco, ya nos lo pedían; el que hay es de 2002 y ahora hemos planteado uno muy diferente.

-"Por ser tan bella" se presenta mañana y el sábado en el Principal. ¿Qué es lo que hace a este nuevo trabajo diferente?

-Hemos incluido 13 temas recopilados por el propio grupo desde 2005 y también alguna canción de Miguel Manzano. Los instrumentos están representados todos -gaita, flauta y tamboril, dulzaina- y los ritmos también: hay jotas, charros, agarraos, romances...un poco de todo. Es un disco muy trabajado. Además siempre hemos cantado al unísono y ahora hemos mezclado voces e instrumentos, creo que el resultado va a gustar. Del repertorio anterior sólo hemos incluido una jota que siempre interpretábamos con dulzaina y que ahora aparece también en su versión cantada.

-El público será quien lo diga mañana. Pero a fecha de hoy ¿está Miguel Ángel Santos satisfecho con el resultado?

Miguel Ángel Santos-¿Contento? Muy contento. Cuando lo he escuchado...no sé cómo explicarlo. Me he emocionado mucho, se me ponía la piel de carne de gallina. Una vez grabado buscamos una idea de cómo trasladarlo a un escenario. Se me ocurrió en un viaje a Canarias en octubre del año pasado, el grupo estaba allí y yo tuve que volar después, solo. Al llegar les comenté lo que podía ser el hilo conductor, una pincelada de las doce comarcas de Zamora. Enseguida nos pusimos a trabajar en ello y la verdad es que estamos deseando que llegue mañana y poder mostrarlo. Hemos puesto mucha ilusión y mucho trabajo. En el espectáculo hay chicas que se cambian hasta cinco veces de traje, ha habido ensayos agotadores. Pero la verdad es que estamos muy contentos, muy emocionados esperando el estreno.

-El programa de actos incluye un homenaje del Ayuntamiento a Rosa do Barros en mayo y uno que realizará el grupo en noviembre.

-Sí. Rosa tendrá una placa en el Parque de León Felipe y allí participaremos los grupos y la Escuela. Ella luchó muchísimo por el folclore en Zamora. Luchó y peleó y su legado ahí está: una Escuela para poder llegar a formar parte de un colectivo y un grupo en lo más destacado del folclore nacional. Después, en noviembre, el grupo realizará una gala-homenaje con la participación de antiguos miembros de diferentes etapas. Ya estamos trabajando en ello con mucho cariño, queremos que sea algo muy desde el corazón, muy emotivo.

-Rosa nos dejaba en 2012. ¿Qué pervive de ella en el grupo?

-Creo que supe captar lo mejor de Rosa: las filas impecables, los brazos, los trajes bien puestos...ella siempre insistía en que era superimportante la puesta en escena, estar bien colocados, todo perfecto. Y eso siempre hay que mantenerlo. De hecho todo su repertorio se mantiene y esos patrones nunca se van a alterar ni se deben perder, porque esa es la esencia del grupo.

-Supongo que sustituirla al frente de 'Doña Urraca' no fue fácil...

-Al principio no sabes ni cómo hacerlo. Yo todo se lo consultaba a ella. Teníamos una relación genial, superespecial...siempre recordaré el trato que tuvo conmigo desde que yo era un niño. Yo la quería como a una abuela y no sé qué vio en mí para confiarme el grupo. Cuando me puse al frente hable con todos y les pedí su colaboración y ahí siguen. Tengo un grupo de gente de 20 a 25 años con los que sé que puedo contar para todo y sé que puedo estar tranquilo porque siempre responden. Al principio fue muy difícil ordenar todo. Rosa tenía una cabeza privilegiada. Guardaba todo junto y...¡yo no sé cómo podía saber dónde estaba cada cosa!, a mí me volvería loco. Los primeros meses fueron duros, pero enseguida el curso se encarriló y ahora todo va muy bien. Hemos ampliado miras, el año pasado fuimos a un prestigioso festival en Francia que nos ha abierto las puertas a otro este año en Méjico. Los propios familiares de Rosa y miembros del grupo alguna vez me han dicho "Rosa sabía muy bien a quién le dejaba esto". Eso para mí es un orgullo.

-Por Doña Urraca han pasado generaciones enteras de zamoranos. El grupo forma ya parte de la historia de la ciudad.

-Eso es cierto. El cariño de la gente te llena y te enorgullece y eso se nota. En estos dos días primeros por la exposición de trajes a escala han pasado 400 personas. Te paran, te cuentan su vinculación con el grupo, notas ese cariño...y ese es el mejor premio. He tenido la suerte, por mi trabajo, de poder dedicarme al grupo. No todo el mundo puede porque no tiene tiempo. Y notas ese cariño por tus chicos, que están ahí dándolo todo...es un cariño correspondido. Para mí es un orgullo y me encanta poder hacerlo.

 

Miguel Ángel Santos: "Doña Urraca es un grupo muy vivo a pesar de su larga trayectoria"