jueves. 25.04.2024
Amparo Burgos junto al Jesús Luz y Vida, del que también es cargadora

La zamorana mañana arrima sus hombros bajo La Coronación de Espinas y afirma que "de todas las experiencias que tengo en la Semana Santa, la de cargar es la más sublime".

Amparo Burgos se convierte mañana en la primera mujer que accede a la carga de un grupo escultórico en la Vera Cruz, la decana de las cofradías zamoranas. Cofrade desde hace tres años, mañana cambiará el terciopelo morado por una faja en la cintura y será una más bajo la mesa de La Coronación de Espinas, el paso de Higinio Vázquez, un "peso pesado" de la Pasión en Zamora. Muy pesado. Hermana de diversas cofradías, Amparo ya sabe lo que es arrimar el hombro, puesto que desde hace cinco años es cargadora de Luz y Vida.

-Día de vísperas para arrimar el hombro y escribir un pedacito de historia en la cofradía de la Vera Cruz y cargar con un paso que tiene justa fama de ser muy duro. ¿Por qué eligió la Coronación de Espinas?

-Mi familia está muy vinculada con la cofradía de la Vera Cruz, me apunté en cuanto aprobaron el ingreso de las mujeres y quería cargar en un paso de la cofradía. Prefiero que sea un paso que tenga un Jesús, me motiva más. Elegí la Coronación porque era el que menos lista de espera tenía, aún sabiendo que es un paso que tiene esa fama de ser muy pesado.Pero estoy muy ilusionada. Sé que es un paso que exige muchísimo y estoy muy mentalizada. Yo voy a darlo todo. Espero que la ilusión y emoción que siento harán el resto.

-Cargar un paso no es una experiencia nueva, ya que tambén es hermana de carga de Jesús Luz y Vida, otro paso que entraña dificultades en un recorrido muy largo y duro.

-En Luz y Vida es el quinto año que cargo y de toda la participación que tengo, como cofrade, como dama, la experiencia de cargar es la más sublime, la mejor. No tiene comparación. El refugio que encuentras ahí debajo, la reflexión, los tiempos de meditación que que te da la carga, la piña que se hace entre todos... es lo mejor. Yo llevo a la Vera Cruz muy en el corazón y cargar en uno de sus pasos creo que es de las cosas más bonitas que puedo llegar a hacer.

-En 1990 una mujer se convertía en la primera cargadora y hace 26 años aquello causó una enorme expectación e incluso malestar e incomprensión en ciertos sectores de la Semana Santa. ¿Cree que ese excepticismo está ya superado?

-El que entre una mujer en la Vera Cruz bajo un grupo escultórico ha creado cierta expectación, pero no es la misma que cuando entró una mujer en Luz y Vida hace 26 años. No es ni parecido. La mujer poco a poco se va incorporando de forma progresiva, lenta, por la evolución propia de la sociedad, pero ahí está. No hay que hacerlo bruscamente porque es el tiempo el que lo va diciendo todo. Cuando me confirmaron como cargadora en la Coronación, el jefe de paso enseguida me incluyó en el grupo de whatsap y aceptación ha sido muy buena. He tenido un recibimiento muy cariñoso de todos los hermanos, una acogida muy buena. Ellos me van a ayudar mucho.

-Hermana de las Siete Palabras desde el primer año, de Luz y Vida, la Esperanza, Nuestra Madre, la Soledad y la Resurrección, mañana vivirá un momento muy especial cuando levante La Coronación. ¿De quién va a acordarse al alzar el paso sobre sus hombros?

-Esta primera carga se la dedico a mis padres, que ya han fallecido, a toda mi familia y especialmente a mi sobrino, que es el que ya continúa la tradición y el amor por la Semana Santa.

Ellos y todos los que te quieren te sostendrán mañana con el corazón y te darán la mano. Mucha suerte, Amparo. Se hace camino al andar.

 

 

 

Amparo Burgos, primera mujer que accede a la carga en la Vera Cruz