jueves. 28.03.2024
Pedro García Álvarez, historiador y archivero de la Diputación

"Hay una simbiosis absoluta entre Diputación y provincia, es el concepto político que más ha calado"

Historiador, presidente del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo y archivero de la Diputación Provincial, Pedro García Álvarez abre hoy a las 20.15 horas en el salón de plenos las conferencias sobre el bicentenario de la institución. El archivero afirma que escribir la historia de la institución es una asignatura pendiente.

 -Pronuncia una conferencia bajo el título "Historia de la Diputación de Zamora: el origen", en la que realizará un recorrido desde la creación de la primera Diputación, en 1813, hasta la reinstauración de la misma en 1835. ¿Cuáles son los aspectos más fundamentales de esa etapa?

-Hay que partir de muchas bases. Desgraciadamente, la historia de la Diputación no está escrita. Hay un trabajo sobre los orígenes realizado por Pablo Martín, que se centró en el Trienio Liberal (1820-23) y pequeños estudios tangenciales, pero no un planteamiento cronológico de los hechos, que sería muy necesario para conocer la historia de la institución.

-Una institución que surge al amparo de la Constitución de Cádiz de 1812.

-La Diputación se crea el 10 de octubre de 1813, en un momento trascendental y de cambio, aunque incomprendido luego, al calor de la Constitución de Cádiz. Eso significa que hace apenas cuatro meses que los franceses se han tenido que retirar de la provincia y es un momento de exaltación patriótica como contestación al opresor gabacho. Así surgen las diputaciones, como enlace entre las Cortes, el Gobierno y los pueblos, para poner en práctica la reforma total de las instituciones del Antiguo Régimen, para pasar del Depotismo Absolutista al concepto liberal de Gobierno. Eso duró muy poco, ocho meses.

Pedro García, en un momento de la entrevista-El reinado de Fernando VII, supongo.

-A finales de julio de 1814, Fernando VII abole la Constitución de 1812 y con ella las diputaciones. Por eso se pueden presentar como un baluarte frente al Gobierno absolutista que luego van a defender los diputados carlistas. Pero las funciones se marcan, en lo que es el gobierno político y económico, en 1813 y 1823. Esas funciones, tal y como se recogen en los discursos de los presidentes, están llenas de romanticismo. Es muy bonito escuchar  los prohombres de la tierra decir que la finalidad de la Diputación es promover la felicidad de los pueblos y su riqueza. La Diputación es el Ayuntamiento de ayuntamientos. El planteamiento es feliz, pero la realidad es muy distinta.

-¿Y eso por qué?

-Porque en realidad la Diputación se dedica a distribuir las contribuciones del Gobierno entre los pueblos. Su otra función es ocuparse de proveer al ejército de quintas hasta el final de la I Guerra Carlista, en 1839. Por eso todas las funciones y competencias eran una declaración de intenciones. Este periodo está copado por las contribuciones, las quintas y los fondos para el ejército y la Milicia Nacional, para hacer frente a ls franceses, a los absolutistas y a la Guerra Civil Carlista de 1833, a raíz de la muerte de Fernando VII.

-Usted va a hablar de los orígenes. Pero lo cierto es que a fecha de hoy hay quien se cuestiona la pervivencia o no de las diputaciones. ¿Qué opina sobre la función actual de la institución?

-Hay una cuestión que se constata históricamente, y no está cargada de ninguna ideología. Las diputaciones surgen como genuinos baluartes frente al Absolutismo. Desde que en 1833 se constituyesen como tales las provincias, hay una simbiosis absoluta entre Diputación y provincia. Es el concepto político que más ha calado y ha traspasado todo tipo de ideologías hasta nuestros días. La Diputación nos la dimos nosotros mismos votando la Constitución de 1978. Y ha llegado hasta nuestros días sobre tres pilares básicos: las infraestructuras (no se puede olvidar su labor en la mejora de las vías de comunicación, ahora que se cumplen cien años del ferrocarril a Orense); la beneficencia y asistencia social; y la instrucción pública y cultural en toda la extensión del término. La Diputación creó escuelas en los pueblos, los Institutos de Enseñanza Media, las escuelas de Artes y Oficios...ha ejercido como auténtico mecenas de los tañentos para completar sus estudios fuera de la tierra.

Pedro García: "La historia de la Diputación no está escrita, es una asignatura pendiente"