El primer mural se ha pintado en una pared del mirador de la Biblioteca Pública, junto a la iglesia de San Cipriano, pero próximamente los grafitis también decorarán el mirador del Troncoso y la calle Moreno.
La solución contra las pintadas callejeras que afean el casco antiguo de Zamora pasa por utilizar las mismas armas, los botes de espray, pero con estilo, adaptando los motivos decorativos al entorno románico, sin estridencias y con el visto bueno de Patrimonio.
El Ayuntamiento ha contratado al artista plástico zamorano Alejandro Pérez para realizar, en colaboración con el arquitecto y dibujante Francisco Somoza, los nuevos grafitis que embellezcan la zona histórica de la ciudad y sirvan de antídota frente a los garabatos sin gusto pintarrajeados en las paredes.
La primera actuación se ha llevado a cabo en la parte trasera de San Cipriano, junto a las escaleras de acceso al mirador, donde ya se puede apreciar un mural inspirado en paisajes del italiano Giogio de Chirico que incorpora una figura femenina tomada de la pintora polaca Tamara de Lempicka, que dormita con la cabeza recostada sobre sus brazos. La obra busca además dar profundidad al mirador mediante la técnica del trampantojo, que hace que parezca que el empedrado del suelo y el muro pétreo se prolongan más allá de la pared.
Alejandro Pérez explicó que ha pretendido realizar un mural "agradable a la vista, que no fuera estridente". También reveló las ideas que baraja para los nuevos emplazamientos. En el mirador del Troncoso estudia incorporar en el grafiti a zamoranos del mundo de las letras ya fallecidos como Agustín García Calvo y Claudio Rodríguez. En la calle Moreno, el artista del grafiti local pretende homenajear al ingeniero Federido Cantero Villamil, que contribuyó al progreso de la provincia con la construcción, entre otras, de la presa de aprovechamiento hidroeléctrico más antigua de Zamora, la de San Román.
El concejal de Turismo, Francisco Javier González, que esta mañana visitó el grafiti del mirador de San Cipriano, destacó que la actuación se enmarca en lo contemplado por la ordenanza de convivencia ciudadana, que abre la posibilidad de que profesionales con contrastada experiencia en este campo realicen grafitis en determinados lugares de la ciudad. La iniciativa se lleva a cabo después de que el Ayuntamiento de Zamora promoviera anteriormente otra idea para mejorar la imagen de la ciudad, mediante la decoración de los escaparates de establecimientos comerciales cerrados con fotografías antiguas de gran formato de la Semana Santa o de elementos artísticos y arquitectónicos destacados.
