sábado. 20.04.2024
Momento en que el Cristo de la Expiación es descendido del altar para ser colocado en sus andas

Los hermanos de las Siete Palabras ya velan a su imagen titular, colocada esta tarde en sus andas.

Los hermanos de las Siete Palabras ya velan a su imagen titular, el Cristo de la Expiación, en la iglesia de La Horta, donde ya todo esta preparado para la procesión de mañana. Los hermanos de paso han cumplido un año más el rito de descender al Crucificado desde el altar y colocarlo en las andas que mañana portarán orgullosos sobre sus hombros por la ciudad.

Bullicio de idas y venidas, el ajetreo propio de los preparativos de última hora que cada año se repiten pero parecen distintos; los nervios de la víspera, las ganas de que todo salga bien. El rito se repite cada año en el Museo, las iglesias y las paneras donde las cofradías guardan sus enseres. Esta tarde la cita era en la iglesia de La Horta, donde el Cristo de la Expiación ya aguarda su salida procesional de mañana, velado por los hermanos que voluntariamente cumplen los turnos para acompañar a la imagen en las horas previas a la procesión.

Bajo el sol del penúltimo día de marzo, y después de haber compartido el pan y el vino sobre el mantel en el Bar Oviedo -que eso también es Semana Santa- los hermanos de carga llevaban esta tarde las andas a la iglesia sede de la hermandad, para colocar al Cristo recién descendido del altar en la mesa sobre la que mañana recorrerá las calles de Zamora a hombros de sus cargadores. Este año uno arrimará el hombro desde el cielo. Con Fernando siempre en el corazón. Para él, y por él, un padrenuestro en la intimidad rezado a puerta cerrada, en la intimidad de la iglesia, por todos los que compartieron carga con él.

Con respeto y con mimo, con cariño, con la devoción propia de quienes hacen penitencia anónima abrazados, hermanados bajo sus andas, la imagen ha sido ubicada sobre la mesa, después de que sus camareras limpiasen la talla como quien acariciase la misma carne de Cristo. A sus pies, unas humildes flores. Y bajo la mesa, admirados, un grupo de niños que se asomaban a la trastienda de la Semana Santa de la mano de sus mayores. Ellos son el futuro de la hermandad.

Un grupo de voluntarios, diretivos y cargadores han retirado después los bancos del templo donde mañana se celebra la misa de hermandad previa a la procesión en lo que supone uno de los momentos más íntimos e intensos para los cofrades, que rezan y cantan con el coro parroquial de La Horta en la liturgia más bella que existe en los días de la Pasión que precede a la penitencia bajo el caperuz.

Y después del bullicio, las idas y venidas, se hizo el silencio. Comenzaba el tiempo de rezo, vísperas de procesión y penitencia. Mañana los cofrades, hombres y mujeres, lo acompañarán por las calles de la ciudad, convertida en un templo a cielo abierto para mayor gloria de Dios.

Galería de imágenes de Rafael Lorenzo

Todo está preparado en La Horta