viernes. 19.04.2024

Desde el primer cartel anunciador de la Semana Santa de Zamora del que se tiene conocimiento, allá por 1898, pasando por los recogidos y ya almacenados para su conservación en los años 30, y hasta el último presentado esta semana, obra de Tomás Crespo, han pasado muchos años, muchas cámaras fotográficas y muchos artistas que han intentado plasmar de múltiples formas el sentimiento y la austeridad de la Semana Santa zamorana.

En los primeros años en los que se realizaron carteles anunciadores, los dibujos, grabados y composiciones fueron los principales protagonistas. Obras a mano, con colores vivos e imaginativas tipografías, marcaron los inicios de la cartelería de la Semana de Pasión, con resultados que recuerdan incluso a los pósters del cine de la época.

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Pasados los años 40, la fotografía se fue erigiendo en protagonista. Primero con simples retratos acompañados de la información pertinente referente al año y algún detalle de color que contrastara con los blancos y negros y los sepias de las instantáneas; y después hubo cabida para los mosaicos, donde diferentes tallas, con emblemáticos monumentos de fondo, compartían protagonismo en composiciones con cierto "horror vacui".

En los años y décadas posteriores tan solo algunos carteles dieron un giro respecto a la línea fotográfica reinante, pasando de nuevo al dibujo para otorgar una sensación de atemporalidad e innovación. Así ocurrió con obras como las de 1964, con un dibujo de trazo  grueso en blanco y negro del Cristo de las Injurias, 1965, con tres cofrades de las Capas Pardas ovalados y en dos dimensiones de aspecto vanguardista, y 1966, de nuevo un Cristo del Silencio en blanco y negro con detalles en rojo crucificado en un madero completamente carmesí. No fue hasta 1974 cuando se volvió a la ilustración, reflejando de nuevo la procesión del Cristo del Amparo de la parroquia de San Claudio de Olivares, aquella que en principio se llamó cariñosamente la procesión de Alibabá y los 40 ladrones, pues solo eran 40 los cofrades que acompañaban al Cristo.1964.jpg1965.jpg1966.jpg

Las fotos en color mostrando el realismo y la plasticidad, el dolor, y la expresión en las imágenes de los pasos coparon los siguientes 25 años, donde diferentes obras se fueron pasando el testigo de protagonista hasta llegar al 2001, cuando se inició un momento diferente en el que la imaginación de artistas zamoranos de renombre se puso manos a la obra: los Coomonte, Pedrero, Pennetier, incluido este último trabajo de Tomás Crespo, marcan a finales de cada mes de noviembre desde hace varios años el inicio de la Semana Santa con una obra que siempre deja que hablar, pero que trasciende más allá de la sociedad zamorana.

En los tiempos actuales de las nuevas tecnologías, con un dominio imperante de la imagen y el sonido disponibles a golpe de clic frente a los ya anticuados carteles, éstos han pasado a ocupar un lugar y sentido diferente dentro de la Semana Santa. No son ya un anuncio, sino una declaración de intenciones y una muestra del amplio capital artístico de de la ciudad, con figuras de renombre capaces de dar que hablar con obras más o menos buenas que no hacen sino enriquecer el patrimonio de la Semana de Pasión de Zamora.

Galería de imágenes de los carteles anunciadores de la Semana Santa de Zamora

Trabajo de documentación: Óscar Antón, Fernando Esbec y Francisco Colmenero 

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La Semana Santa de Zamora a través de más de setenta carteles anunciadores