Por el momento ya han llegado más de 10.000 y se espera alcanzar los 15.000 o incluso rebasar esa cifra. Mientras se termina el recuento oficial de los técnicos de Medio Ambiente, los ansares que regresan todos los años a Villafáfila a pasar el invierno se acomodan ya en las lagunas de este espacio natural zamorano.
Los gansos, conocidos con el nombre de ansar común en Andalucía y de pata en Zamora, han llegado en su mayoría de Noruega para permanecer en el entorno de las Lagunas de Villafáfila los meses más duros del invierno. Junto a ellos se pueden observar otras anátidas como los ansares caretos y patos invernantes como ánades rabudos, silbones, azulones o ánades frisos.
Este año, la mayoría de los patos de pequeño tamaño que invernan en las Lagunas de Villafáfila estén asentados desde hace un mes y conviven con otras especies como las cercatas comunes y los patos cuchara, que en estas fechas suelen emigrar a África pero que este año aún no lo han hecho y todavía permececen cerca de 5.000 ejemplares de esas especies.
La importancia que para las aves acuátivas invernantes tiene Villafáfila se pone de relieve en los censos en los que en los inviernos más húmedos este espacio natural figura como el tercero de la Península Ibérica con mayor población de anátidas, tras Doñana y el Delta del Ebro. En cambio, los años de menor pluviometría desciende en este ranking hasta el séptimo puesto, según explicó hoy el director de la reserva natural de las Lagunas de Villafáfila, Mariano Rodríguez.
Este año 2013, en el que los niveles de agua en la reserva son intermedios, aunque con escasa profundidad en la Laguna de Barillos, además de gansos se ha observado la presencia de un importante número de grullas marcadas en Alemania.
Otra especie emblemática de la zona, aunque se encuentra en la estepa cerealista y no en las lagunas, es la avutarda, aunque su observación por parte de los turistas es más dificultosa que la de los ansares.
Estos últimos salen de las lagunas a primera hora de la mañana en bandadas de 40 o 50 y regresan todos juntos, miles de ellos en unos pocos minutos, al atardecer. Por este motivo esos dos momentos del día, especialmente el atardecer, se producen las estampas más espectaculares desde el punto de vista turístico, con los gansos sobrevolando las Lagunas de Villafáfila, inundando el cielo y haciendo un ruido ensordecedor.
Para observar esa escena, varios miles de turistas se acercan hasta la zona durante el Puente de la Constitución y la Inmaculada, aunque su número total varía según las condiciones meteorológicas y si sale el sol como según los pronósticos del tiempo va a ocurrir mañana y pasado las visitas se pueden duplicar e incluso triplicar respecto a otros años. Para visitar la zona dos recomendaciones que se hacen casi imprescindibles: abrigarse bien y llevar prismáticos.
Más información: Turismo en la reserva natural de Villafáfila
Información de Villafáfila en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León
Información local de Villafáfila y la casa del parque