jueves. 18.04.2024
Ana Zaragozá junto a su hermana Elena, ayer en Espacio 36

La pintora expone sus últimas obras en Espacio 36.

La galería Espacio 36 acoge desde ayer una exposición de la pintora Ana Zaragozá. Bajo el epígrafe de "El fluir de los instantes", la muestra compila 29 óleos realizados en los últimos dos años en los que el agua y la naturaleza constituyen el eje vertebral.

Con un trazo personal, exquisito y delicado, Ana Zaragozá plasma es sus óleos la belleza del agua de los ríos Duero, Tera, Castro y Hociles, ríos por donde discurre buena parte de su vida, de esa paz interior que posee y que destila. Ella es el agua en femenino: serena y clara, transparente, cantarina.

Amigos y compañeros se dieron cita ayer en la sala de exposiciones de Ángel Almeida, como Antonio Pedrero, maestro y también admirador de la obra de Ana, discípula aventajada, pintora mayúscula de las cosas pequeñas, la naturaleza, la brillante luz de la primavera y el verano, la paz y la alegría; Javier Carpintero, el fotógrafo Pedro Ladoire, amigos y compañeros de Bellas Artes, lectores, compañeros de andanzas en la mágica Sanabria, Manuel siempre ahí, y el sustento de la familia, la sonrisa siempre cómplice de Elena... y en las paredes, sutiles, los reflejos azules y verdes del agua, leves como la seda de sus pañuelos, hermosos y puros, con todo el poso de quien conoce el oficio y lo eleva a pasión y vida, al misterio de hacer eternos los instantes con el pincel. Arroyo claro, fuente serena.

La exposición permanecerá abierta hasta el próximo seis de mayo en Espacio 36, en la calle San Andrés, convertida ahora en un remanso de belleza y agua. (Quién te lava el pañuelo, saber quisiera...).

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Ana Zaragozá, la belleza del agua