Después de no haber recibido "ni una sola propuesta que pueda ser estudiada", como han explicado en su comunicado, los examinadores de tráfico han decidido que no solo van a alargar la huelga que han realizado durante los meses de junio y julio, sino que lo van a hacer de manera indefinida en todas las provincias de España. Piden un incremento del complemento específico de más de 200 euros y una mejora en las condiciones laborales, al no haber muchos profesionales por habitante.
El colectivo explica que el origen de este paro se remonta a "los incumplimientos y engaños del acuerdo de desconvocatoria del 2015". Los examinadores afirman que el nuevo director general, Gregorio Serrano, había asegurado que se iba a implicar en este proceso, pero hace algo más de dos meses, "se desentendió por completo sin dar alternativa alguna". El comunicado describe al director general como alguien "cuyo talante al llegar a este organismo era de absoluto diálogo y cercanía", pero que "se iba a tornar en un gestor que claramente ha hecho dejación de sus funciones". De esta manera, los examinadores exigen explicaciones por parte de Serrano.
No solamente se refieren al máximo responsable de la DGT en el escrito, sino también a Juan Ignacio Zoido, actual ministro del Interior, al que piden que tome cartas en el asunto si no lo hace el director general. "De no poder o no querer, instamos al ministro del Interior a que intervenga sin más dilación a la vista de los daños colaterales que este conflicto está ocasionando".
Hasta ahora, han cesado 80.000 exámenes prácticos del carnet de conducir. No obstante, la Dirección General de Tráfico ha respondido publicando datos de las pruebas diarias, que han sido 127.000 prácticas y 156.000 teóricas durante la huelga.
Ayer se presentó toda la documentación para realizar partir del día 4 de septiembre el paro indefinido todos los días de la semana durante la jornada completa. En los dos meses en los que el colectivo lleva reclamando soluciones al Gobierno, ha habido un seguimiento medio del 70%.
