martes. 23.04.2024

Daniel Goleman y su teoría sobre la inteligencia emocional

De poco nos sirve un cerebro brillante y un elevado cociente intelectual si no entendemos de empatía, si no sabemos leer emociones propias y ajenas, si somos extranjeros del propio corazón y apátridas de esa conciencia social donde aprender a conectar, a gestionar el miedo, a ser asertivos... La inteligencia emocional es, lo queramos o no, la auténtica clave para ser felices.
Edward L. Thorndike, por ejemplo, definió ya en 1920 lo que él llamó la "inteligencia social", esa habilidad básica para comprender y motivar a otras personas. David Wechsler, por su parte, y llegados los años 40, dejó claro que ningún test de inteligencia podía ser válido si no se tenían en cuenta aspectos emocionales.
fue en 1985 cuando apareció por primera vez el término "inteligencia emocional" gracias a la tesis doctoral de Wayne Payne, la cual, llevaba por título "Un estudio de las emociones: el desarrollo de la inteligencia emocional". Solo 10 años después, un psicólogo y periodista norteamericano llamado Daniel Goleman inició algo que aún no se ha detenido y que nos ha hecho descubrir a todos, el gran poder que las emociones tienen sobre lo que somos, lo que hacemos y en cómo nos relacionamos.
Daniel Goleman empezó siendo periodista en The New York Times y ahora es el gurú de la Inteligencia emocional. Pasa ya de los 70, vive un otoño muy dulce en su vida y de él llama la atención su sonrisa serena y su mirada penetrante y firme. Es como si siempre fuera capaz de ver más allá de lo que el resto percibimos, un hombre al que no se le escapan los detalles y que haya conexiones donde los demás solo vemos coincidencia emocional. Cuenta siempre que su pasión por la psicología le vino por su madre, una trabajadora social especializada en psiquiatría que acumulaba libros sobre neurociencia, sobre la mente humana y las ciencias del comportamiento. Todos aquellos volúmenes decoraron su infancia y su día a día.
¿Qué es realmente la inteligencia emocional?
Hablamos ante todo de nuestra capacidad para dirigirnos con efectividad a los demás y a nosotros mismos, de conectar con nuestras emociones, de gestionarlas, de auto-motivarnos, de frenar los impulsos, de vencer las frustraciones...
A su vez, Goleman explica que dentro de su enfoque sobre la inteligencia emocional hay cuatro dimensiones básicas que la vertebran:
La primera es la auto-conciencia, y hace referencia a nuestra capacidad para entender lo que sentimos y de estar siempre conectados a nuestros valores, a nuestra esencia.
El segundo aspecto es la auto-motivación y nuestra habilidad por orientarnos hacia nuestras metas, de recuperarse de los contratiempos, de gestionar el estrés.
La tercera tiene que ver con la conciencia social y con nuestra empatía,
El cuarto eslabón es sin duda la piedra filosofal de la Inteligencia Emocional: nuestra habilidad para relacionarnos, para comunicar, para llegar acuerdos, para conectar positiva y respetuosamente con los demás.
Daniel Goleman señala también la necesidad de educar a los niños a través de este enfoque. Ya sea en el hogar o en la escuela, todos deberíamos ser capaces de crear un contexto válido y significativo en Inteligencia Emocional. Por otro lado, en lo que al mundo adulto se refiere, sabemos que no faltan en nuestro día a día cursos de todo tipo, que cada día se dan seminarios, conferencias y que todos tenemos además, múltiples libros y revistas a nuestro alcance para formarnos.
Lograrlo, es cuestión de voluntad, de constancia y de aplicar esa conciencia real donde hacer presentes y constantes esas claves que el profesor Goleman nos señala en sus trabajos.
Es necesario que ampliemos nuestro lenguaje emocional (a veces no basta con decir "estoy triste", hay que ser más concretos. "Estoy triste porque me siento decepcionado, algo enfadado y confuso a la vez").
Controla lo que piensas para controlar cómo te comportas.
Busca un por qué al comportamiento de los demás, sé capaz de entender las perspectivas y los mundos emocionales ajenos.
Expresa tus emociones de forma asertiva.
Mejora tus habilidades sociales.
Aprende a auto-motivarte y en luchar por esos objetivos que te pueden acercar a una auténtica felicidad.  Como diría, Joaquín Sabina "Qué difícil intentar salir ilesos de esta magia en la que nos hayamos presos".

Ana Fadón

¿Qué es la Inteligencia emocional?