Hoy se cumplen 125 años de la muerte del imaginero, al que la Junta de cofradías rinde un homenaje
Hoy, 25 de abril, se cumplen 125 años del fallecimiento del imaginero Ramón Álvarez Moretón (Coreses, 22 de septiembre de 1825), "padre" de la Semana Santa tal y como ha llegado hasta nuestros días y autor de destacados pasos e imágenes de honda devoción entre los zamoranos como son Nuestra Madre de las Angustias o la Virgen de la Soledad. Con motivo de la efeméride, la Junta pro Semana Santa realizará hoy una ofrenda floral en la tumba del imaginero. Además anoche, cuando faltaban pocos minutos para el inicio del día, salía en la red la web www.ramonalvarez.es, el primer espacio digital dedicado al imaginero, que también cuenta con página en Facebook.
Para los zamoranos desde finales del XIX y hasta nuestros días sería ya inconcebible la Semana Santa zamorana sin el legado del imaginero, autor de pasos como La Lanzada, la Caída o La Crucifixión, entre otros, y autor de numerosas imágenes de devoción entre las que destacan la Virgen de las Angustias o La Soledad, además de La Verónica y la Virgencita de Los Clavos, tan queridas para los zamoranos.
Imágenes que mueven a la devoción y a la piedad popular, fuertemente entroncadas con el sentimiento zamorano, que crearon una importante escuela germen de notables escultores e imagineros. En el recién estrenado espacio web www.ramonalvarez.es se hace mención a la primera biografía del imaginero, obra de Ursicino Álvarez, publicada en el "Zamora Ilustrada" de 1883 y en la que dice textualmente que "desde niño le trajeron sus padres á esta ciudad, y muy luego dió muestras de afición y disposición al dibujo. Por gestiones de D. Manuel Casado, antiguo Escribano de Zamora, fué admitido á cursarlo en la clase de la Real Sociedad de Amigos del País de esta, donde por su aplicacion mereció el primer premio aquel año, no pudiendo continuar más por falta de elementos, y ganoso de crearse un modo honroso de vivir, se decidió a aprender el oficio de hojalatero, que más tarde perfeccionó en Madrid, distinguiéndole los maestros y dándole muestras de estimación".
Tras establecerse en Zamora y contraer matrimonio y "a pesar de tener que dedicarse al trabajo para ganar el sustento de su familia no desatendió el estudio del dibujo en la teoría y la práctica, y por sí preparado se trasladó á Madrid donde se perfeccionó bajo la dirección de D. Miguel Aguado, profesor de composición de la Escuela de Arquitectura y ayudado de algunos profesores más para conocer los distintos métodos que en el dibujo se emplean en sus diversas aplicaciones; cuyo plan le puso en condiciones de oponerse á cátedras de Institutos, y habiendo conseguido un primer lugar fué nombrado en 21 de Agosto de 1886 catedrático de dibujo lineal, de adorno y figura de aquel Establecimiento de Zamora".
El zamorano fue nombrado en enero de 1872 Academico Correspondiente de San Fernando y miembro de la Comision provincial de Monumentos históricos y artísticos. "Se dedicó desde esa época á la escultura -añade Ursicino Álvarez-, ofreciendo en su primera obra el Paso del Descendimiento, que revelaba ya buenas disposiciones para ese difícil arte: hizo luego el de Longinos, muestra de notables adelantos, el Jesús del de La oracion del Huerto (atribución errónea), el Paso de la Caída, una de sus más valiosas obras, la Virgen de las Angustias, todos los cuales se admiran en Semana Santa, habiendo contribuido el Sr. Alvarez al esplendor de estas procesiones trabajándolas, sujetándose á la posibilidad del erario de las Cofradías, que de otro modo hubieran gastado más tiempo y dinero en lograr Pasos de tal talla y condiciones. Actualmente se halla este reputado escultor trabajando en el de la Crucifixion, que ha de ser una magnífica obra, á juzgar por el proyecto".
Esta primera biografía señala asimismo que el Conde de Minutoli, Cónsul general de Prusia, habiendo visto sus obras y buenas disposiciones, le propuso que con aquel se fuera señalandole una pension para su familia, que tampoco quiso aceptar por no abandonar Zamora.
"La aficion y estudio del Sr. Alvarez le han hecho conocedor del arte antiguo tanto en talla como en la pintura, dedicándose con acierto actualmente á la restauración de objetos antiguos con tan buenas disposiciones que apénas puede distinguirse lo restaurado de lo antiguo. Su oficina es un museo de curiosos y meritísimos objetos de arte, donde el aficionado ó el inteligente pueden hallar motivos de agradable contemplacion en aquel espacioso local con excelentes luces".
La crónica de la época finaliza señalando que "los trabajos de nuestro paisano tanto en la escultura como en la restauracion han sido muy alabados por los inteligentes, y merecido de los labios de S.M. el Rey en su visita a Zamora palabaras muy afectuosas y sincera felicitacion, habiéndole concedido mas tarde el tituo de Caballero de la Real y distinguida órden de Cárlos III".
"Si halagüeños son para este artista tan relevantes méritos, honrosos y útiles son á la provincia donde nació y presta sus servicios con natural modestia y afectuoso carácter y agradable para nosotros hacerlos conocer públicamente en este libro consagrado principalmente al fin de esteriorizar los adelantos de nuestra provincia y los méritos de sus hijos", lo cual revela la consideración que ya tuvo entre sus contemporáneos.
Ofrenda floral
Con motivo de la efeméride, la Junta pro Semana Santa realiza hoy una ofrenda floral en el cementerio de San Atilano donde reposan los restos de uno de los hijos más ilustres de la tierra zamorana y "padre" de la Semana Santa tal y como ha llegado hasta nuestros días. Porque nada sería igual sin las aportaciones de Ramón Álvarez a una Pasión que los zamoranos no podrían concebir sin sus maravillosos grupos escultóricos o sin sus imágenes más queridas, como son Nuestra Madre (que será coronada canónicamente el 20 de septiembre) o la dulce Virgen de la Soledad.
Además, la Junta pro Semana Santa ultima ya la instalación de una muestra monográfica sobre la obra del imaginero en la diócesis, así como la edición de un libro-catálogo de José Ángel Rivera de las Heras (comisario de la exposición y delegado diocesano de Patrimonio) y el historiador José Andrés Casquero sobre la obra del imaginero.
