Era una noticia corroborada ya por los agentes forestales a través de testimonios, presencia de huellas y otros indicios pero la Consejería de Fomento y Medio Ambiente la ha certificado ahora al incluir en el censo del oso la zona de La Cabrera Baja de la comarca zamorana de La Carballeda.
La Junta de Castilla y León ofreció hoy un avance de los datos del censo del oso pardo que elabora y destacó que esta especie amenazada ha ampliado sus asentamientos en Castilla y León al aparecer de nuevo en La Carballeda un siglo después de haber abandonado la zona montañosa limítrofe con la provincia de León.
La presencia de un oso pardo en la Cabrera Baja de Zamora no se producía desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, según apuntaron fuentes de Medio Ambiente, que recordaron que en 2013 se ha constatado el regreso del oso pardo a través de huellas, daños a colmenares y fototrampeo. En concreto, al plantígrado se le ha visto sobre todo en el entorno de Muelas de los Caballeros entre la primavera y el otoño del año pasado y, de nuevo, en febrero de este año. También se han encontrado indicios de la presencia de algún ejemplar en otros lugares del norte de la provincia.
El oso pardo es una especie catalogada en peligro de extinciónde la que se estima que existen unos 200 ejemplares en la Cordillera Cantábrica, según el censo que elabora Medio Ambiente, que destaca el importante incremento del número de osos, hasta llegar a triplicar su población respecto a los cerca de 70 osos de los años 90.
El territorio por el que habitualmente se mueven los osos pardos en la Cordillera Cantábrica abarca una superficie de 4.900 kilómetros cuadrados. La población cantábrica se divide en dos subpoblaciones comunicadas por un esperanzador movimiento de machos dispersantes que ha constatado, en verano de 2010 el primer cruce efectivo entre los osos occidentales y los orientales.
