En la sociedad tradicional el bautizo siempre fue una fecha fundamental, el niño pasaba a formar parte de la comunidad religiosa, era una ceremonia a la que acudía todo el pueblo y se celebraba con ostentidad. Carbajales de Alba revivió el pasado fin de semana este sacramento de la manera más tradicional, a la antigua usanza.
Si algo caracteriza al municipio de Carbajales de Alba es su idumentaria tradicional, trajes que otrora utilizaban para acudir a los eventos más destacados y que ahora sirven para devolver la memoria del pasado a los más jóvenes.
El pasado domingo, las vecinas de Carbajales se ataviaron como antaño para revivir una de las ceremonias más importantes en la vida de los cristianos, el bautizo. Lo hicieron como hace treinta años, acompañaron al niño, representado por un muñeco, engalanado con el mejor faldón y en su cuna adornada.
Las mujeres se visitieron con el traje carbajalino y representaron esta ceremonia para que los vecinos del pueblo más jóvenes descubrieran parte de las tradiciones. Una manera muy original de animar el municipio durante la semana cultural.
