Sus números de mentalismo y “psicología extrema” han causado tanta sensación que Greca ha llevado su espectáculo a países de medio mundo, además de actuar para televisiones nacionales como TVE, Telecinco o Cuatro. Esta noche el mentalista madrileño Greca clausura “el mirador de las artes mágicas” del Otoño Cultural de Zamora con una sesión en la que intentará inducir en un sueño colectivo a todos los asistentes.
-¿Cuál es la diferencia entre un mago y un mentalista?
-La definición más acertada de mentalista la dio el norteamericano Larry Becker, que dijo que no es más que un mago que utiliza sus cinco sentidos para crear un sexto con el que hacemos imposibles, milagros con los experimentos que se hacen sobre el escenario.
-¿El mentalismo no es una rama cualquiera de la magia?
-Yo diría que es una rama muy especial. Es la magia del siglo XXI porque si alguien ve a un mago como Murphy hacer aparecer una paloma lo ve maravilloso e increible pero se pregunta cómo ha sacado esa paloma, nadie piensa que la haya materializado de la nada, mientras que en el mentalismo eso sí ocurre. No hay otra opción ni otra alternativa, la gente te pregunta cómo has conseguido saber lo que estaba pensando.
-¿Qué verán los zamoranos que acudan hoy a la última jornada de magia del otoño cultural?
-Verán un pequeño espectáculo de psicología extrema, la psicología llevada al show. Hasta donde pueden llegar el lenguaje no verbal o la programación neurolingüística. Hasta donde se puede llegar cuando observamos y cómo nos manejan a través de los mensajes subliminales, como se puede condicionar y cómo nos podemos enfrentar a ello. Incluso voy a intentar inducir a todo el público en un sueño, un sueño colectivo entre todos.
-¿Cómo ve el marco del centro de interpretación de ciudades medievales en el que se desarrolla el ciclo de magia?
-Es incomparable, es precioso estar trabajando con el Duero y el Puente de Piedra de fondo. Difícilmente hay un escenario más bonito que éste en la ciudad.
-¿La magia de cerca o el mentalismo de cerca causa más impresión que si se ve por la tele o en una gran sala?
-En vivo y de cerca todo impresiona más. No es lo mismo ver a través de una pantalla lo que está ocurriendo que venir y ser tú mismo el que lo vive o que alguien que conoces lo viva sin que esté nada preparado ni haya vuelta de hoja. Lo bonito del mentalismo es eso, que no ocurre en las manos del mentalista, enfrente tuya, sino desde tu mente.
-¿Nos quedaremos los zamoranos con la boca abierta durante el espectáculo, será capaz de leernos la mente?
-Eso lo aseguro.
