sábado. 20.04.2024

La luz tenue del amanecer acariciaba esta mañana las aguas del Duero. El sol, escondido durante todo el fin de semana, volvía a dar la cara. Comenzaba tímido resurgiendo entre las nubes para tras unos minutos aparecer con toda su fuerza, llevándose así consigo parte del paisaje blanquecino que como un manto había atrapado la ciudad. 

Los zamoranos se levantaban con una agradable sorpresa para unos y no tan positiva para los que se habían acostumbrado ya a la estampa navideña. Por el momento, el resurgir del sol ha vuelto a dejar grandes instantáneas como la que le mostramos arriba.  

El sol acaricia las aguas del Duero