viernes. 19.04.2024
Miguel Ángel Mateos, acompañado por José María Barrios, en un momento de la conferencia

El historiador Miguel Ángel Mateos ha ofrecido esta tarde una conferencia enmarcada en los actos del Bicentenario de la Diputación de Zamora, en el que se ha centrado en distintos periodos históricos comprendidos desde la Restauración de Cánovas hasta 1950, época del primer Franquismo. También ha reflexionado sobre el futuro de la institución.

Aspecto del salón de plenos de la DiputaciónMateos lamentaba que hasta la fecha no se haya construido la historia de la Diputación, salvo algunos apuntes editados por el IEZ (entidad que él mismo presidió) y ha realizado un "esbozo desde dentro y desde fuera" sobre los avatares históricos de la institución entroncados en la realidad del momento en Castilla y en el país.

Así, ha recorrido cinco momentos claves en la historia de la Diputación: la Restauración de Cánovas del Castillo en 1875, así como la crisis del sistema; la Dictadura de Primo de Rivera; la República; la Guerra Civil y la primera época del Franquismo, hasta 1950, en lo que el profesor e historiador denominó "la tentación fascista".

Miguel Ángel Mateos matizaba que "ese fascismo se quedó en formas e imitaciones, pero no llega al nacismo, al fascismo puro o al estalinismo, que son regímenes autoritarios clásicos". El historiador quiso centrarse en ese periodo porque "en 1950 nace una nueva Ley Local de la Diputación que permite otra concepción, aunque en realidad la institución nunc tuvo autonomía política. Administraba la recaudación y organizaba funciones sociales y benéfica, pero es la que crea la provincia como tal. No habría provincia sin Diputación".

En este sentido, el historiador reflexionaba mirando al futuro: "El día que desaparezca la Diputación, desaparecerá Zamora, la provincia se convertirá en un partido judicial de Valladolid o una administración dependiente de Salamanca o de Valladolid".

Recordó que aunque infraestructuras como el ferrocarril Ruta de la Plata, las carreteras o el ferrocarril a Orense fueron obras del Estado, "la Diputación realizó una importantísima aportación y supuso el principal impulso". A este respecto, Mateos afirmaba que "entonces los políticos representaban los intereses del ciudadano, no los del partido" y enumeró distintas intervenciones de la institución en la comunicación, así como en el Hospital, el Hospicio o el apoyo a beneficiados mediante asilos, casas de misericordia, atención a sordomudos o a disminuidos psíquicos.

La instrucción pública mediante la creación de institutos o la Escuela de Magisterio, además del impulso para los estudios de Bellas Artes o Músicos a artistas y músicos punteros como Lobo, Delhy Tejero, Gallego Marquina, Pedrero o la escuela de Ramón Álvarez (Aurelio de la Iglesia, Miguel Torija) y su influencia posterior en la Semana Santa fue otro de los aspectos desgranados en la conferencia. En el apartado musical recordó a los Antón, a Berdión o la creación del Orfeón zamorano y la Banda de Música de Zamora dirigida por Haedo.

Finalmente, el profesor explicó que -como ocurría en el resto de Europa- la Diputación dependía de Madrid, pero constituía un "escuela política", si bien las elecciones eran "una parafernalia controlada por el Ministerio de la Gobernación. Los candidatos te los cocinaban, te los adobaban en Madrid y se sabía de antemano quién iba a ser diputado, aunque alguno se desmadraba y había disputas". A este respecto, Mateos indicaba que "no se puede comparar esto con el sistema democrático de ahora, y quien lo haga no entiende nada de lo que es ahora ni de lo que era entonces".

Como apunte último, Miguel Ángel Mateos indicó que ya en 1910/1912 se levantaron voces críticas contra la institución. "Curiosamente, estas voces siempre venían de quienes no ostentaban el poder. La consideraban una institución inútil, un nido de caciques. Pero cuando esas voces críticas llegaban al poder, fortalecían la institución y no cambiaban nada".

Miguel Ángel Mateos: "Si desaparece la Diputación, Zamora pasará a ser un partido...