Las escasas nevadas en la alta montaña, la falta de lluvias y el incremento del consumo energético son las causas principales de que los embalses de Ricobayo y Cernadilla registren niveles mínimos históricos por estas fechas desde hace ocho años.
Los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero, revelan que la cota de los pantanos mantiene las cifras más bajas registradas en esta época del año.
El bajo nivel se deja notar especialmente en el más grande de los embalses zamoranos, el de Ricobayo, donde desde enero del 2008 no se había registrado un nivel tan bajo de las aguas desde su llenado hace más de setenta años.
El los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero el embalse de Ricobayo se encuentra en el 25% de su capacidad y el de Cernadilla en un 15%.
Estos niveles ya dejan a la vista muchos de los restos, edificios, y pueblos que quedaron sumergidos bajo el agua y se convierte en un atractivo al cual se acercan centenares de personas para poder ver lo que normalmente las aguas nos ocultan.
El resto de los embalses de la provincia según los datos facilitados se encuentran con unas reservas normales en estas fechas.
