martes. 23.04.2024
El sector del cereal, duramente castigado por la sequía. (Foto: Rafa Lorenzo)

Las organizaciones agrarias ya reclaman en la Comunidad la declaración de zona catastrófica.

El campo festeja hoy a su patrón, San Isidro Labrador, en un año en que la sequía pone en peligro gran parte de la cosecha y afecta también a la ganadería por la falta de pasto. A pesar de la lluvia caída en los últimos días, las organizaciones agrarias ya reclaman para Castilla y León la declaración de zona catastrófica.

En Castilla y León, los agricultores advierten de que podríamos estar ante una cosecha de cereales catastrófica debido a la falta de lluvias y a las altas temperaturas registradas en los últimos meses, con una media de 4 grados superiores a las habituales. A esta sequía, que se prolonga desde el pasado otoño, con un invierno sin apenas nieve, y una primavera también sin agua, hay que añadir un fuerte ataque de hongos que sufren numerosas parcelas.

Las zonas más afectadas se encuentran en la zona del Duero Bajo y Guareña, en Zamora; al norte de la provincia de Ávila; en las comarcas de Peñaranda y La Armuña, en Salamanca; la comarca Sur y Centro de Valladolid, y las tierras más arenosas de la provincia de Segovia.

Así las cosas, muchos agricultores ya piensan destinar el cereal malogrado al ganado, en caso de que pueda aprovecharse. Precisamente el sector ganadero es otro de los afectados por la sequía por la falta de pastos, lo que conlleva suplementos alimenticios para el ganado con sobrecostes muy importantes para los ganaderos.

La sequía que se hace presente en toda la Cuenca del Duero pone en peligro asimismo numerosos cultivos de regadío.Todo ello revierte de forma grave en la economía de la provincia zamorana así como de una región que tiene en la agricultura uno de sus principales motores económicos.

En su último Pleno, la Diputación ha aprobado por unanimidad una moción conjunta para solicitar la ayuda del Gobierno y de la Junta para paliar los efectos de esta excepcional sequía en la que se da por hecho que no podrá cosecharse la mitad de la superficie cultivable, lo que pone en serios aprietos a centenares de agricultores zamoranos.

La capacidad de los embalses de la provincia es en estos momentos de un 48,2 por ciento, frente al 89,8 por ciento que contenían el pasado año en la misma semana de mayo.

 

El campo festeja a su patrón, San Isidro, asfixiado por la gran sequía