Tres ganaderos de ovino se han encerrado en la mañana de hoy en las dependencias municipales del Ayuntamiento de Faramontanos de Tábara. La Guardia Civil a requerimeinto de la alcaldesa de la localidad ha desalojado a los ganaderos que protestaban por no poder transitar por una vía por la que se va a prohibir el tránsito de animales.
Según la 'ALIANZA COAG - UPA´ que muestra su apoyo a la medida de protesta acordada por los ganaderos de Faramontanos de Tábara, no entienden como desde el Ayuntamiento se puede prohibir el normal tránsito de ganado por determinados caminos de tradicional uso ganadero.
El camino de circunvalación sobre el que no se va a permitir el tránsito de ganado, bajo amenaza de fuertes sanciones, ofrece servicio de acceso a naves ganaderas y es frecuente y tradicionalmente utilizado para el normal acceso a las fincas para su pastoreo. También es una zona de paseo para los vecinos del pueblo que han protestado en repetidas ocasiones la presencia de los animales y de los mastines que llevan los pastores en sus rebaños.
En la mañana de hoy lunes, 18 de noviembre, el Ayuntamiento de Faramontanos de Tábara tomaba un acuerdo en lo que respecta al tránsito de ganado por determinadas vías y/o caminos del municipio, así como al respecto de las sanciones que se podrían imponer de llevarse a cabo.
Entre los caminos agrícolas sobre los que no se permitiría el tránsito de ganado, es el de circunvalación, camino agrícola que tradicionalmente es utilizado por los ganaderos, principalmente de ovino, en el acceso de a sus instalaciones ganaderas desde el campo, y viceversa, también la zona de paseo de vecinos de la localidad. Además dicha vía sirve como alternativa a otra mucho más peligrosa y de mayor riesgo, la carretera, más transitada por vehículos según apunta la Alianza-UPA-COAG.
Es por ello que desde la Alianza UPA – COAG muestran su apoyo a los ganaderos que se han encerrado en dependencias municipales en la mañana de hoy como medida de protesta, y rechazamos y criticamos, por injustas, este tipo de decisiones municipales, porque suponen un nuevo agravante al desarrollo de una actividad económica generadora de riqueza y empleo en el municipio, y que fija población en el medio rural.
Estos caminos fueron diseñados, entre otras, para dar un servicio al sector agro-ganadero. Eso justificó y justifica su existencia asegura la Alianza UPA-COAG. El tránsito de ganado no genera ni daño en la infraestructura, ni perjuicios al resto de los vecinos del pueblo ( aspecto que queda en entredicho al haber varias quejas que han llegado a la alcaldía de la localidad). Entendemos el tránsito de ganado es perfectamente compatible con otros posibles usos, y de no serlo, que lo dudamos, serían los usos agro-ganaderos los que deben prevalecer. No podemos sino sorprendernos como a determinadas sectores de actividad ajenos al agro-ganadero se les permite el libre acceso con caminos agrícolas de gran tonelaje, en la vía, y sin embargo se cuestiona y/o prohíbe el ejercicio de la actividad para el que fueron diseñados, asegura la Alianza en nota de prensa llegada a esta redacción.
Desde el Ayuntamiento se ha ofrecido una solución que le costará al pueblo la nada desdeñable cantidad de 20.000 euros que repercutirá en el presupuesto municipal el año próximo. La alternativa que la Alcaldesa ofreció a los ganaderos fue en princpio acompañarles para ver las posibles opciones, y tras el caso omiso al ofrecimiento, desde el Ayuntamiento se ha intentado poner remedio con la construcción de un puente que acortará el camino a recorrer por los animales en 400 metros, que en definitiva es el problema que lleva a estos ganaderos tanto a la protesta como a las amenazas que han vertido en alguna ocasión contra la alcaldesa.
Todo un problema ganadero-vecinal que se solucionará con dinero y que no ha llevado al entendimiento a los tres ganaderos que esta mañana protestaban en el Ayuntamiento y que ha tenido que desalojar la Guardia Civil. Un problema de pueblo y convivencia que se salda de nuevo con un conflicto de intereses que no lleva más que al enfrentamiento por no querer sentarse en una mesa a negociar.
