La Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos lo tiene claro: El toque de campanas tiene que ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Y para reclamarlo, los socios han organizado numerosos actos alrededor de la provincia para el próximo sábado, 21 de abril, con motivo del Año Europeo del Patrimonio Cultural.
Aproximadamente ochenta campaneros subirán a los campanarios de diecinueve iglesias zamoranas para que suene toda la provincia. Pero estos actos superan las fronteras provinciales e, incluso, nacionales, ya que campaneros de toda Europa se harán escuchar.
En total serán diecisiete los municipios zamoranos en los que se podrá disfrutar de esta sonora reivindicación de 12.00 a 13.00: Argusino, Bamba, Castillo de Alba, Fontanillas de Castro, Fuentesaúco, Otero de Sariegos, Pajares de la Lampreana, Puebla de Sanabria, San Román del Valle, Sejas de Sanabria, Toro, Villalazán, Villarino de Cebal y Zamora —en las parroquias del Semunario, San Claudio de Olivares y Santa María de la Horta—.
Algunos de los municipios donde se ofrecerá este recital sufren o están en peligro de despoblación, pero no es casualidad. La Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos ha querido que sea así para "hacer ruido donde hay silencio" y llamar la atención sobre este problema que asola a parte de la provincia.
Los profesionales quieren demostrar que el toque de campanas está profundamente ligado a las gentes de la provincia y que no es solo un acto religioso. La programación variará dependiendo de cada municipio, pero han adelantado que sonará la jota de la Molinera, "una canción con un ritmo que invita incluso a bailar".
Los organizadores han querido mostrar su agradecimiento a la Diputación de Zamora, a la Fundación Caja Rural y a las Diócesis de Zamora y de Astorga por autorizarles a subir a los campanarios de las iglesias.
