Durante un mes ha permanecido en las instalaciones del centro de recuperación de aves de Villaralbo con un ala fracturada hasta que, una vez curada, la han soltado para que remonte vuelto en libertad.
El ejemplar joven de águila perdicera que ha permanecido en el "hospital" de aves se ha llevado de su paso por éste un recuerdo en forma de marcaje, lo que permitirá seguir sus pasos a través de un transmisor vía satélite. El águila perdicera que ahora recupera la libertad tiene menos de un año y procede de la Zona de Especial Protección para las Aves de los cañones del Duero, según informó hoy el Junta de Castilla y León en un comunicado. Además de implantarle el sistema de radiomarcaje y anillarla, se han recogido datos biométricos del ave. En estas labores han colaborado con la Administración regional la Fundación Tierra Ibérica y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El águila perdicera es un ave catalogada como especie vulnerable tras la disminución del número de ejemplares en los últimos años. En Castilla y León se contabilizan catorce parejas reproductoras, menos de la mitad que hace dos décadas, que tienen su hábitat en las provincias de Zamora, Salamanca y Burgos. En la Comunidad existe un plan de conservación de la especie que contempla el marcaje y seguimiento de águilas perdiceras.
