La autopsia realizada al cadáver hallado el pasado domingo en Ferreras de Abajo ha confirmado que el fallecido es Antonio Arias, el nonagenario que había desaparecido el pasado 5 de diciembre en la localidad vecina de Ferreras de Arriba, según confirmaron fuentes familiares.
La identificación del anciano ha sido posible después de que ayer se realizara la autopsia al cadáver en el Instituto Anatómico Forense de Zamora.
El cuerpo sin vida apareció en las aguas del río Castrón, atrapado entre el ramaje y boca abajo, en una zona que no había sido rastreada ya que se encontraba a unos ocho kilómetros de donde se halló la ropa del anciano, única pista que se tenía sobre su posible paradero.
Se baraja la posibilidad de que la crecida del río por las lluvias pudiera haber hecho que el cadáver fuera arrastrado hasta el lugar en el que fue encontrado el pasado domingo cuando un vecino daba un paseo por la zona.
Antonio Arias, de 94 años, fue visto por última vez la tarde del jueves día 5 de diciembre con una sierra y una bolsa en el entorno del paraje Urrieta Las Llamas, donde hay una parcela de su propiedad.
La búsqueda se inició al día siguiente, tras echarle en falta en la partida de cartas que jugaba cada tarde en uno de los bares de Ferreras de Arriba. Durante varias jornadas, agentes de la Guardia Civil, bomberos y vecinos de la zona buscaron sin éxito al desaparecido y únicamente localizaron la sierra que llevaba la última vez que fue visto con vida en el paraje Urrieta las Llamas y, a unos 400 metros de ese lugar y próximo al río Castrón, la cazadora, el gorro y un guante de Antonio Arias.
