martes. 23.04.2024
En el interior de la ermita tuvo lugar la ofrenda y subasta de los bollos maimones

En el interior de la ermita tuvo lugar la típica subasta de los bollos maimones.

El agua que caía del cielo impidió acercarse a las aguas del embalse de Almendra, que el 17 de septiembre de 1967 sepultaban el pequeño pueblo de Argusino de Sayago. Como cada año en primer domingo de mayo, en el Día de la Cruz, los habitantes del pueblo acudieron a la ermita para renovar y honrar sus recuerdos, aunque la lluvia impidió la procesión que discurre hasta el enclave donde estuvo situada la que fue su casa.

Jornada para el reencuentro y el recuerdo. Los habitantes y descendientes de Argusino se niegan al olvido. La música de Luis Antonio Pedraza y de la Asociación de Tamborileros de Zamora animaba una mañana gris en la que tuvo lugar la santa misa y el repique de campanas. Aunque la lluvia hizo acto de presencia, algunos romeros cumplieron la tradición de comer en el campo bajo las encinas, en las inmediaciones de un embalse que anegó lo que un día fueron sus casas, su vida, su historia, para dar paso al progreso con la construcción de la presa de Almendra. A mal tiempo, buena cara.

Ya por la tarde, la lluvia obligó a suspender la procesión hasta las orillas del embalse, celebrándose en el interior del templo el tradicional ofertorio con la típica subasta de los bollos maimones ante la Virgen del Rosario.

Colocada en sus andas, la imagen del Crucificado habrá de esperar un año para acudir hasta las aguas y bendecir con su mirada lo que un día fue un pueblo que sus habitantes y descendientes se niegan a que caiga en el olvido: Argusino de Sayago.

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La lluvia obliga a suspender la procesión de Argusino