Buen maridaje el del vino y la poesía. Bien lo sabía Dante Alighieri y así lo dejó dicho: "El vino siembra poesía en los corazones". Así es y ya lo habían descubierto los primitivos poetas griegos, sabedores de que en el vino está la verdad ("In vino veritas"). En esta tierra nuestra, tan del vino y de la verdad, la poesía y la vid son dos cultivos (culturas) autóctonas y ancestrales. Una riqueza, un orgullo.
En Toro se ha reunido en el Santa Santorum de la bodega Liberalia un grupo de poetas y cantores para oficiar un homenaje a Justo Alejo, acto que inicia el año en que se conmemora el 80 aniversario de su nacimiento. Anfitrión, el maestro bodeguero Juan Antonio Fernández; los asistentes Teófilo Moralejo y Juan A. Panero, presidente y secretario de la Comisión Organizadora del aniversario, los poetas Antonio Piedra, Carlos Aganzo, José María Múñoz Quirós y José Pulido. Ilustres invitados, entre los que se encontraban Miguel Alejo, ex Delegado del Gobierno en Castilla y León, Angel María de Pablos y Fernando Conde.
Muñoz Quirós y Pepe Pulido leyeron poemas propios. Unos pusieron voz a poemas de Alejo, otros versos propios, mientras que Antonio Piedra leyó el poema que Francisco Pino escribió por la muerte de su amigo. Se hicieron presentes en tal ámbitos los versos de la Oda al vino de Pablo Neruda: "El vino mueve la primavera,/ crece como una planta la alegría. Caen muros, peñascos,/ se cierran los abismos,/ nace el canto."
La velada concluyo con la degustación de buenas pitanzas zamoranas, regadas con los mejores caldos de Liberalia y unos cantos nacidos del "regocijo del corazón y contento del alma" de los asistentes.
