La Fundación González Allende custodia una Piedad de Ramón Álvarez realizada en 1.888
La sede de la Fundación González Allende, sita en la Casa de Cultura de Toro, custodia una pequeña talla de una Piedad, obra de Ramón Álvarez, realizada en 1888. Una hermana pequeña de la Virgen de las Angustias de Zamora, llamada popularmente "Nuestra Madre", cuyo proceso de coronación canónica iniciará en breve el Obispado a instancias de la Cofradía de la capital.
Podría parecer la maqueta de la imagen de Nuestra Madre de las Angustias. Pero no lo es. El imaginero Ramón Álvarez talló la Virgen que desfile el Viernes Santo en Zamora en 1.879. Sería nueve años después, en 1.888, cuando realizase la pequeña talla existente en Toro.
Según reza un cartel informativo a los pies de la imagen toresana, de unos 80 centímetros de longitud -incluyendo peana y cruz, ya que la imagen es de unos 50 cm. de altura-, el grupo de La Piedad fue realizado por Ramón Álvarez Prieto en el año de 1.888 por encargo de don Felipe Esteva pascual, quien se lo regaló a su hermana, doña María, a cuyos herederos pertenece.
Como principal diferencia con la imagen de Zamora, la Virgen de Toro sostiene en su mano derecha la mano de Cristo Muerto, mientras que la talla que veneran los zamoranos alza su mano como sorprendida ante la muerte de su Hijo.
La pequeña imagen de Toro, una talla prácticamente desconocida, viste un manto y una sencilla túnica negra de terciopelo negro, rematados con filigrana dorada, con toca blanca, siguiendo los esquemas tradicionales del luto castellano. Aunque la talla del Cristo es más burda que la del que recibe culto en la iglesia de San Vicente, en el conjunto se reconoce la mano del imaginero, auténtico padre de la Semana Santa de Zamora tal y como ha llegado hasta nuestros días.
La Virgen de las Angustias es la devoción histórica de Zamora, con más de cinco siglos de presencia entre los zamoranos. La imagen de Ramón Álvarez sustituyó en 1.879 a la imagen que hoy se venera en El Perdigón. Fruto de esta devoción popular a través de los siglos, la Cofradía de Nuestra Madre ya ha iniciado los trámites para la coronación canónica de la imagen.
Quizá su "hermana pequeña" toresana pueda ser una muestra de esa devoción, costeada por un particular que quiso tener a la Virgen de las Angustias en su propia casa, entre los suyos.
