El actor Juan Pizarro y el pianista Óscar Lobete protagonizan el Vinotauro que ha tenido lugar esta mañana en la bodega de Estancia Piedra.
El actor y comunicador Juan Pizarro ha protagonizado hoy uno de los vinotauros de Estancia Piedra con una charla sobre vino y amor, amenizada con el pianista Óscar Lobete.
Así, Pizarro ha ofrecido una amena charla en la que ha repasado la presencia del vino en su vida, desde el desamor de un divorcio hasta la primera cita con la que hoy es su mujer, la felicidad del amor correspondido y cómo el vino de Estancia Piedra sella los brindis de muchas bodas.
Preciosos textos, poemas, anécdotas y vivencias propias han conformado un recorrido por la ruta del amor unida al vino, con la música del piano como hilo conductor de las palabras de Juan Pizarro.
También ha habido lugar para el vino y el erotismo, narrado de forma divertida. "Los latidos de mi corazón se escuchaban hasta Madadahonda" dijo Pizarro cuando conoció a Carolina, una joven inglesa, su fantasía erótica frustrada por una flatulencia y un problema estomacal que dió al traste con una noche de pasión a primera vista. "No hay papel", dijo ella. Y a partir de ahí Pizarro narró una hilarante historia que comenzó con brindis con vino y champán y finalizó con un desastroso fin de fiesta en la que el enamorado hubo de salir por patas.
En formato monólogo, Juan Pizarro pasó por la España del toro ("las cicatrices del toro fueron menores que las que dejó ella") o la dicotomía de cuando no dejas de querer al que se ha ido y quieres al que ha llegado y los nombres se convierten en un problema.
El baile nupcial o los consejos de la suegra, así como el famoso vals del brindis de La Traviata han puesto punto final a una divertida jornada en la que Juan Pizarro y Óscar Lobete han puesto palabra y música a la relación entre el vino y el amor.
