La Cofradía de Jesús Nazareno organiza un acto de despedida a la Virgen de la Soledad que hoy abandonará el templo de San Juan para su restauración por espacio de un mes.
Sencillo, pero a la vez emotivo y expresando la devoción que el pueblo de Zamora y los cofrades y damas de Jesús Nazareno sienten por la Virgen de la Soledad. Así ha sido el acto de despedida organizado por la cofradía a la imagen, que abandonará hoy lunes la iglesia de San Juan para su restauración.
La intervención en la imagen, realizada por Ramón Álvarez en 1886, consistirá en una limpieza general en su policromía y en la reparación de unas grietas que tiene en los tobillos, al ser la parte que más sufre en las procesiones. Los trabajos, que realizará la restauradora Patricia Ganado, se prolongarán durante un plazo de ejecución estimado en un mes. En este tiempo la Cofradía de Jesús Nazareno se instalará a partir de mañana una reproducción fotográfica de la Virgen, la imagen mariana con mayor devoción en Zamora, para que los zamoranos puedan seguir acudiendo a rezar ante Ella en San Juan.
En presencia de la nueva directiva de la cofradía, presidida por José Ignacio Calvo Bartolomé, el capellán de Jesús Nazareno, José Francisco Matías San Pedro, ha reflexionado en un acto íntimo pero con una iglesia repleta de fieles sobre la figura de María en su Soledad y sobre el amor que el pueblo zamorano siente hacia Ella con una oración, el Magníficat, con la que el sacerdote ha instado a seguir el ejemplo de María, al compromiso y a la humildad.
Finalizada la oración, numerosos cofrades y damas se han acercado a rezar ante la Virgen y han aprovechado para tomar fotos antes de su restauración. El acto ha servido, más que como despedida, para decirle "Hasta pronto, Madre", "Hasta pronto, Señora".
