jueves. 28.03.2024

La Hermandad de Jesús en su tercera caída inicia los actos de su 75 aniversario con la presentación de la marcha "Tercera Caída" que será estrenada en el Teatro Ramos Carrión el 23 de marzo.

La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída ha abierto hoy el programa de los actos de su 75 aniversario con la presentación a la prensa de la marcha "Tercera Caída", compuesta por el toresano David Rivas para conmemorar la efeméride y que será estrenada en un concierto el próximo 23 de marzo de forma conjunta por las bandas Nacor Blanco, Banda de Música de Zamora y La Lira de Toro, las tres formaciones que intervienen desde hace años en el desfile procesional de la tarde-noche del Lunes Santo.

Como explicaba el Hermano Regidor, José Fernández Nieto, el acto tendrá lugar en el Teatro Carrión a las 20.30 horas. Para el concierto la cofradía ha fijado dos marchas fúnebres para cada banda del repertorio habitual que se interpreta el Lunes Santo (Mater Mea, Chopin, Getsemaní, Los Clavos o El Novio de la Muerte, en el caso de La Lira de Toro), además de otras dos que pueden elegir libremente.

La parte final será el estreno de la obra de Rivas, interpretada por las tres bandas (lo que supone más de 160 músicos en el escenario) dirigidos por el propio compositor. El broche de oro lo pondrá la interpretación de La Muerte no es el final con el coro de la cofradía, "algo que se ha convertido ya en un himno del Lunes Santo" como recalcaba David Rivas.

Marcha fúnebre abierta a la esperanza

El compositor toresano ha explicado que la idea de una marcha surgió por un encargo directo de la cofradía. "Un día recibo la llamada de la directiva y me dicen que como he colaborado con ellos en otras ocasiones y estoy muy vinculado a la Semana Santa, que si podía hacer ese trabajo, sin menospreciar a otros autores. Enseguida les dije que sí. Para mí es un honor y un orgullo poder hacer esta marcha del 75 aniversario, es algo que siempre quedará ahí".

Autor de conocidas marchas procesionales -entre ellas una para la Conducción al Sepulcro de Zamora o la de "Perdónalos", cuyo éxito y difusión ha sido impresionante en el mundo cofrade-, Rivas ha señalado que su composición presenta un punto de innovación con respecto a anteriores trabajos "sin que pierda la estética castellana-zamorana".

Así, la pieza comienza con una introducción poco usual, "como más épica, solemne, un tutti de la banda para ayudar al cargador" a la que sigue una reposición en piano y un tema más luminoso, de esperanza, con unas armonías no tan típicos y contrapntos en fuerte. La parte central de la marcha se caracteriza por los graves en fuerte ( el típico "Ya vienen los romanos" en el argot semanasantero) y el final viene marcado por un lamento más triste, el pasaje más fúnebre de la marcha, que se responde también.

David Rivas ha añadido un final no esperado, "más sinfónico y más épico" que acaba en modo mayor. En este sentido, el compositor ha introducido -siguiendo la línea de prácticamente todas sus obras- melodías muy reconocibles "para que las escuches un par de veces y las puedas tararear fácilmente" y el final abierto en tutti fuerte. "La banda va creciendo -explica- haciendo un guiño a esa especie de Redención que supone la muerte de Cristo. Jesús cae por nosotros, Él se sacrifica, y este modo final es también un guiño a la Resurrección, de ahí el modo más triunfal de la marcha que termina en mayor".

Aunque Rivas ha querido marcar el sentido religioso y lo que representa la cofradía, la marcha es también una pieza "pensada para los cargadores, que son quienes la van a escuchar en la procesión mientras llevan los pasos sobre sus hombros". La orquestación es "algo más sinfónica", aunque apta para que suene en todo su esplendor interpretada por bandas pequeñas.

En cuanto a si la pieza se interpretará en algún punto fijo de la procesión, David Rivas afirma que aún no lo sabe con certeza, pero que uno de los enclaves puede ser la calle del Riego, respetando así las obras que se interpretan tradicionalmente a la salida y entrada de los pasos y el acto de la Plaza Mayor, "en el que Mater Mea está fuertemente consolidada y donde sería impensable interpretar otra marcha".

 

David Rivas ilustra musicalmente la Tercera Caída de Cristo