Los presidentes han sido convocados para debatir la crisis provocada por el posible abandono de la entidad del Santo Entierro, que votó en contra de los presupuestos con la Vera Cruz y la Resurrección.
La presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García Prieto, ha convocado esta tarde a los presidentes de las distintas hermandades a una reunión de urgencia ante la situación creada ayer con el acuerdo tomado en la asamblea de la Real Cofradía del Santo Entierro de estudiar la posible desvinculación del órgano de cofradías.
Mientras la Junta pro Semana Santa no quiere realizar ningún tipo de declaración, esta mañana las cofradías de la Vera Cruz y de la Santísima Resurrección -que junto con el Santo Entierro no aprobaron las cuentas de la entidad en la última asamblea general- ratificaban en la Cadena Ser las afirmaciones realizadas ayer por el presidente del Santo Entierro, Graciliano Hernández, que mostraba su disconformidad no solo con el reparto de los fondos de la Junta sino con la gestión del museo, cuya colección está engrosada en más de un 95 por ciento por los pasos de Jesús Nazareno, la Vera Cruz y el Santo Entierro.
En este sentido, la Real Cofradía afirmaba que su voz "no se tiene en cuenta" en el seno de la Junta pro Semana Santa, siendo una de las cofradías que mayor patrimonio aportan al museo. También hay voces que piden una reforma interna en la composición del pleno de la Junta por la gran diferencia existente entre el patrimonio y masa social de las distintas cofradías, en especial entre las históricas, con miles de hermanos, más de una decena de pasos con sus correspondientes mesas procesionales y bandas musicales (con la gran inversión en conservación de patrimonio que ello conlleva); y las penitenciales, algunas con cupo cerrado de menos de 300 hermanos y una sola imagen para salir a las calles.
Aunque el problema se hacía visible ayer con el desarrollo de la asamblea del Santo Entierro, esta cuestión no es nueva y subyace desde hace años en el seno de la Junta pro Semana Santa, que ha vivido ya varias crisis internas por este tipo de cuestiones.
El anuncio del Santo Entierro llega en un momento especialmente delicado y con numerosos ojos puestos en la Semana Santa de Zamora, la única declarada BIC en todo su conjunto por la Junta de Castilla y León (cuestión que podría afectar incluso a esta declaración) así como por el reciente relevo en la presidencia que ocupa Isabel García Prieto, heredera de un problema que viene de antiguo y que centra precisamente ahora todos sus esfuerzos en la consecución de un nuevo museo cuya colección y cuyo proyecto podrían verse seriamente afectados en caso de que el Santo Entierro abandonase la entidad.
El Obispado no ha querido pronunciarse tampoco a este respecto, a la espera de que el conflicto de intereses entre cofradías pueda resolverse mediante un diálogo interno en el seno de la Junta pro Semana Santa para reconducir la situación y lograr un consenso.
