jueves. 25.04.2024

Miles de mujeres, damas de la Cofradía de Jesús Nazareno, han acompañado esta tarde a la Virgen de la Soledad, la gran devoción de los zamoranos.

Zamora entera se ha echado a la calle para presenciar desde las aceras y acompañar en las filas el paso de la Virgen, vestida hoy con su manto de luto sencillo, con el que figura en miles de reproducciones en estampas, fotos y calendarios en todos los hogares y negocios zamoranos.

Eran las ocho de la tarde y la Plaza Mayor aparecía abarrotada de público esperando la salida de la imagen, mientras una marea negra se prolongaba por la calle de la Reina en los momentos previos a la procesión.

Escoltada hoy por la Policía Municipal de gala (que la tiene por Patrona), la Virgen aparecía en la portada de San Juan mientras sonaban los acordesl del himno nacional y se ponía en marcha la procesión. Serena, tan guapa, sobre un espectacular lecho de flores blancas, la Virgen de la Soledad entrelazaba sus manos y recibía el amor y la devoción de pueblo zamorano.

Abría la procesión la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Nazareno, Barandales de Honor 2017, mientras las mujeres formaban en tres dos filas, con la novedad este año de constituirse en filas dobles para aligerar la procesión. Niñas, muchas niñas, iban junto a la Madre del Sábado Santo, la Virgen Sola, mecida por sus cargadores con las marchas de la Banda de Música de Zamora.

La Banda de CCy TT "Ciudad de Zamora" se ha hermanado un Sábado Santo más con la banda de la cofradía, mientras el coro de la hermandad ha interpretado el Ave María de David Rivas y un Réquiem del maestro Emilio Antón en diversos tramos del recorrido.

Esta tarde los hombres que ayer de madrugaba vestían su túnica de nazareno estaban en las aceras contemplándola, acompañándola con la mirada, con el amor que destila la ciudad a los pies de la Virgen de la Soledad, la gran obra del imaginero Ramón Álvarez, que supo plasmar en una sola imagen el amor, el dolor y la ternura de una joven madre que acaba de enterrar a su hijo.

Miles de velas illuminaban las calles más céntricas de la ciudad para desembocar en la Plaza Mayor, donde ha tenido lugar el cántico de la Salve a modo de despedida.

Luego, en la recta final hacia San Juan, esas miles de tulipas se han alzado hacia el cielo mientras la Virgen de la Soledad regresaba a su casa, a su templo, y las mujeres de Zamora parecían decirle "aquí estamos", para emplazarse a un nuevo Sábado Santo en la misma puerta de la iglesia.

Es el gran amor de miles de zamoranos. Zamora se llama Soledad.

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Fotos y vídeos

Rafael Lorenzo y Fco Colmenero

Zamora se llama Soledad