viernes. 19.04.2024
Manto restaurado de Nuestra Madre.

Es el manto más antiguo de Nuestra Madre de las Angustias y su restauración tiene tras de sí una historia humana recordada en la misa ofrecida esta tarde en la iglesia de San Vicente, con motivo de la exposición del manto tras los trabajos de recuperación.

En la misa ha habido un recuerdo muy especial para Álvaro Labanda, el joven bordador que murió este verano mientras acometía las tareas de rehabilitación del tejido, según informaron fuentes de la Diócesis de Zamora.

El manto que llevará Nuestra Madre en el septenario previo a su coronación canónica y en el traslado procesional a la Catedral ha sido restaurado para la ocasión en el taller de bordado Hermanos Labanda Urbano, de León.

El restaurador del manto, Álvaro Labanda Urbano, murió recientemente a los 26 años, a causa de un linfoma de Hodgkin, mientras se dedicaba a la recuperación del paño tras haberse sometido a dos trasplantes de médula ósea.

Este manto, que data de finales del siglo XIX, se ha restaurado durante los últimos seis meses y en esa labor han participado Álvaro y otras siete personas.

El primer paso ha sido sacar la plantilla del dibujo original a papel, identificando cada pieza para que en el nuevo terciopelo quedasen colocadas igual. "Hemos tenido que redibujar algunas partes del manto, ya que al haber sufrido una ampliación se había distorsionado el dibujo original", explica Pablo Labanda Urbano, el otro bordador.

"A continuación", explica, "hemos limpiado cada pieza del manto con medios físicos y posteriormente restaurado cada pieza, retensando los hilos de oro para devolver las piezas a su dimensión original, ya que el manto se ha mojado varias veces, y esto ha hecho que los hilos de oro se replegasen al mermar los tejidos que los soportaban. También hemos añadido los hilos de oro necesarios en los lugares en los que se habían perdido. Para esto hemos enviado muestras de los hilos originales a la fábrica de tirador de oro con la que trabajamos para que nos los hiciesen iguales a los originales".

Posteriormente, señala, "hemos montado en un nuevo terciopelo de seda negro todas las piezas en la misma disposición que en el manto original, utilizando para perfilar las piezas y para construir los tallos nuevos cordones de oro del mismo calibre y variedad que se emplearon en el manto original". Además, todas las piezas que se han retirado serán entregadas a la Cofradía.

Nuestra Madre muestra su manto más antiguo tras su restauración