sábado. 20.04.2024
Placa franquista de la Universidad Laboral.

Han pasado 38 años de la muerte de Franco y por muy superada que esté la época del dictador, los vestigios del franquismo aún están patentes en nombres de calles y edificios públicos de la provincia.

Ello pese a que desde hace seis años existe una Ley de Memoria Histórica que, entre otras cosas, pretende eliminar de los centros oficiales y edificios públicos los símbolos del régimen dictatorial que precedió al actual periodo democrático. Los ejemplos son más notables en los pueblos pero tampoco faltan en la ciudad de Zamora. Todavía en localidades del extrarradio de la capital se pueden ver nombres de calles dedicadas al General Franco o a Primo de Rivera, nombres que se repiten también en pequeños pueblos de toda la geografía provincial.Museo del traje carbajalino, con la veleta que mantiene el yugo y las flechas.

Una de las reminiscencias al pasado más sonoras corresponde al antiguo taller de bordados de Carbajales de Alba, hoy denominado Museo del Traje Carbajalino. La reforma del edificio acometida hace algunos años no impidió que en la veleta del tejado siguieran luciendo el yugo y las flechas característicos del franquismo. En Toro, los barrios Francisco Temprano o Eusebio Rebolleda hacen referencia a personajes locales destacados del antiguo régimen. Otro falangista toresano aún más conocido en la provincia, Carlos Pinilla, da nombre a una avenida de la capital zamorana.

Precisamente en esa avenida se ubica una de las entradas a la Universidad Laboral. En la fachada de ese acceso al instituto de secundaria, junto a la iglesia de María Auxiliadora, se puede ver una placa que recuerda el pasado dictatorial y cuyo mensaje hoy en día puede sonar "a rancio".Acceso a la Unviersidad Laboral en el que se ubica la placa franquista.

"Para que la sangre no vuelva a ser el precio de la justicia, para que el trabajador conquiste su futuro con las nobles armas de la cultura, para que la paz sea la bendición de Dios sobre las almas se fundó esta institución siendo Francisco Franco caudillo de los españoles. Año MCMLIII (1953)", recoge la inscripción de la Universidad Laboral. Ese vestigio de otros tiempos, que recuerda a las placas con el yugo y las flechas que todavía luce algún edificio sindical de la ciudad, pervive al paso del tiempo.

Frente a él, otras alusiones al franquismo se han eliminado de otros edificios públicos de Zamora. El Hospital Provincial cambió su nombre anterior de Rodríguez Chamorro ya que correspondía a un falangista local, mientras que la Audiencia Provincial de Zamora aprovechó una reforma para quitar la placa de mármol en la que se recordaba que la sede judicial fue inaugurado en 1951 "bajo el mando del Caudillo de España Excmo. Sr. D. Francisco Franco" y en la estación de trenes también se elimitió el escudo preconstitucional con la cabeza del águila que se mostraba en la españada de la fachada central del inmueble ferroviario, que data de 1958.Cartel a la entrada de Ribadelago Nuevo.

Pero sin duda, la alusión más clara al dictador se encuentra en Sanabria, donde la tragedia de la presa de Vega de Tera de 1959 dio pie a que se construyera un nuevo Ribadelago que recibió el apellido "de Franco" para distinguirlo del Ribadelago "Viejo". Aunque hoy en día es conocido por casi todos como Ribadelago Nuevo y ese es el nombre que figura en la señalización de entrada al pueblo, en la nomenclatura oficial de la base de datos de INE, por la que se rige también la Diputación de Zamora, todavía permanece la alusión al dictador fallecido el 20 de noviembre de 1975.

Vestigios franquistas en Zamora 38 años después