A pesar de la inestabilidad del tiempo, la amenaza de lluvia no pudo con la festividad de la Virgen en la Calle de Los Herreros, que año tras año afianza su celebración. Miles de jóvenes, en su mayoría de las peñas, y numeroso público acudieron a la calle en la jornada del domingo, con precios especiales en todos los establecimientos.
La fiesta, que llega a su quinta edición, comenzó con una concentración de las peñas en La Marina, para bajar en pasacalles hasta la populosa calle, adornada con banderines. Allí, bajo la hornacina que custodia a la imagen, tuvo lugar la ofrenda floral precedida de unas palabras de la periodista Ana Pedrero en las que un año más le pidió a la imagen "pan, paz y curre" para los jóvenes que tienen esa calle como referencia de la diversión y que la convierten en la "calle de la alegría". Una calle "ejemplo de convivencia" entre distintas generaciones de zamoranos.
Un total de 2.200 pañuelos -este año de color verde- fueron entregados por los distintos establecimientos hosteleros, que durante todo el día ofertaron bebida y tapa por el precio único de 1,5 euros. Familias enteras con niños y personas mayores no faltaron tampoco a la fiesta, organizada por los hosteleros de la calle, que año tras año se consolida como la gran cita de ocio en el último domingo de septiembre.
La jornada estuvo amenizada por diversas charangas, así como con la presencia de la Asociación Tradición y Música Popular, que no cesó de interpretar las melodías de la tierra, en muchas ocasiones bailadas de forma espontánea por los jóvenes. Además, desde la organización se quiso expresar el agradecimiento a la empresa Gaza, que este año ha costeado un nuevo cartelón para la calle.
Aunque el grueso de afluencia tuvo lugar durante la mañana y el mediodía, la jornada se prolongó hasta bien entrada la tarde.
