jueves. 28.03.2024

Tras las declaraciones efectuadas en una entrevista, a través de los medios de comunicación, por Dña. Rosa Valdeón Santiago, en relación con el incidente de tráfico en el que se vio involucrada el 09/09/2016, en la que manifestaba que "(...) La Guardia Civil no me para hasta Morales [el atestado recoge que el conductor del camión llamó dando la matrícula].

Allí se juntaron patrullas de cuatro comandancias distintas, cuatro [de Tordesillas, Toro, Zamora y Arévalo]. Acudieron recibiendo órdenes superiores, vía Ministerio del Interior o vía Partido Popular (...)", la Delegación del Gobierno en Castilla y León se ve en la obligación de defender el trabajo imparcial, independiente y minucioso que la Guardia Civil lleva a cabo, siempre con el objetivo de preservar la seguridad vial y buscando la protección de los ciudadanos.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son las instituciones más valoradas por los españoles y lo son por su trabajo siempre ejemplar y abnegado, al servicio del interés público y de los ciudadanos. La Guardia Civil es una institución modélica que se rige por su rigurosa imparcialidad y por el seguimiento más escrupuloso de sus normas internas y de sus protocolos de actuación, y siempre con el respeto más absoluto a la legalidad vigente.

En el caso que nos ocupa, la Guardia Civil actuó exactamente igual que lo hubiera hecho con cualquier otro ciudadano que hubiese estado involucrado en un accidente de tráfico.
Los hechos acontecieron en varias provincias, siendo ésta la razón que hizo necesaria la participación de varios agentes del benemérito cuerpo procedentes de distintos subsectores de tráfico, propiciando la intervención de la patrulla de Valladolid, del equipo de atestados de Zamora y del equipo de atestados de Arévalo.

Toda la intervención se hizo cumpliendo los protocolos habituales, sin recibir órdenes que procedan de nadie ajeno a su propia estructura de mando, es decir, ni del Ministerio del Interior ni del Partido Popular. Las reglas que rigieron su actuación fueron absolutamente respetuosas con los derechos fundamentales, dotando al procedimiento de las debidas garantías, sin injerencias de ninguna clase, que pudieran alterar su exquisita imparcialidad.
Por último reiterar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en general, y la Guardia civil, en particular, cumplen siempre con los protocolos de actuación en el marco estricto de la legalidad vigente, en aras del servicio público y de las garantías constitucionales que amparan a todos los ciudadanos. Y su labor no puede ser puesta en tela de juicio, debiendo permanecer ajena, en todo caso, a la dialéctica política.

Delegación del Gobierno en Castilla y León se ve en la obligación de defender el...