viernes. 19.04.2024
El zamorano Antonio Crespo Neches (atrás, a la derecha de Christian Barnard) en la foto que dio la vuelta al mundo del primer trasplante de corazón

El cirujano Antonio Crespo Neches asistió hace 50 años en directo a la histórica operación realizada por Christian Barnard en Sudáfrica.

Este domingo el mundo celebraba los 50 años del primer trasplante de corazón realizado con éxito en la historia por Christian Barnard en Sudáfrica. Una operación que iniciaba un camino de milagros en el campo de la Medicina. Testigo directo de aquel milagro fue el cirujano zamorano Antonio Crespo Neches, quien formaba parte del selecto grupo de profesionales que acompañaron a Barnard en el quirófano en aquella jornada histórica, presenciando en directo el mayor milagro de la ciencia en el siglo XX.

Sus amigos zamoranos aún recuerdan lo que era una gesta para un cirujano nacido en Zamora cuyo nombre circuló en aquellos días por toda la ciudad que era partícipe de contar entre sus hijos con una eminencia de la Medicina. En la famosa foto en blanco y negro difundida en todos los diarios del mundo que muestran a Barnard en pleno trasplante, el rostro de Antonio Crespo Neches parapetado tras una mascarilla es aún perfectamente reconocible con su gorro de cirujano. Él formaba parte del selecto equipo de profesionales de la Medicina de todo el mundo que asistieron en directo a la proeza de Barnard en el Hospital Grote Schurr de Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Allí se escribía una de las páginas más importantes de la Medicina en el siglo XX.

Aquel día se abría un camino que a fecha de hoy salva la vida de cerca de 8.000 pacientes en todo mundo cada año (cerca de 500 son niños), con una media anual de entre 250 y 300 trasplantes en España, país que hoy día se sitúa a la cabeza internacional de las donaciones de órganos. Lo que entonces era una odisea científica, más cerca de la ciencia ficción que de la realidad, se convirtió en un hito en la Historia, logrando transplantar con éxito un corazón a un paciente de 53 años procedente de una joven en muerte cerebral tras sufrir un accidente.

La elección de Sudáfrica no fue casual, ya que en aquel país se reconocía el estado de "muerte cerebral", un estado que en Europa aún causaba fuertes controversias. El zamorano pudo verificar con sus ojos lo que el propio Barnard recordaba como un hecho que le infundió "pavor" en aquella jornada crucial para la Humanidad: comprobar que en el quirófano se encontraba un hombre tendido con una cavidad vacía en el pecho, vivo, sin corazón. Tras cinco horas de operación y 52 minutos de suturas cardiacas y un choque eléctrico, el milagro se hacía realidad y el nuevo corazón comenzaba a latir en el receptor. Quedaba abierta para el mundo la era de los trasplantes de órganos.

Aunque el paciente fallecería 18 días después a causa de una neumonía, la cirugía de Barnard abrió un camino que en sus primeros años con pésimos resultados a causa de los rechazos. Habría que esperar a los Años 70, con la introducción de la ciclosporina, para evitar y reducir los efectos de los rechazos en los pacientes mediante este fármaco. Así, diecisiete años después, en mayo de 1984, os cardiólogos Josep María Caralps y Josep Oriol Bonín llevaran a cabo en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona el primer trasplante cardiaco con éxito en España, donde hoy día más de 500 trasplantados viven más de 20 años gracias a la intervención, con un 70% de trasplantados que superan los cinco primeros años.

Un pionero de la Medicina

Miembro de una importante dinastía de cirujanos y zamorano en ejercicio hasta el último día de su vida, la inquietud de Antonio Crespo Neches por la posibilidad de trasplantar los órganos a seres vivos no era casual. De hecho, como recuerda su hijo Josué Crespo Rubio, siendo estudiante de Medicina en Madrid fue expulsado del Colegio Mayor Moncloa por realizar un trasplante a un perro. 

Antonio Crespo Neches dedicó toda su vida a su gran pasión, la Medicina, siendo también un revolucionario en el campo de la Cirujía Taurina. Así, la primera UVI móvil que asistió a las plazas de toros en España era un camión que el propio zamorano habilitó como quirófano móvil, logrando así una rápida intervención en pueblos y localidades cuyas enfermerías se encontraban en precario estado y sin las garantías mínimas sanitarias ni el instrumental adecuado para ejercer una operación. Pero eso es otra historia que también merece ser contada.

Él fue testigo de excepción de aquel milagro de la ciencia. Y para recordarlo, cincuenta años después, una fotografía en blanco y negro reproducida internacionalmente da fe de aquel joven cirujano zamorano junto a Christian Barnard en una jornada que hizo Historia. El gran Antonio Crespo Neches.

El zamorano que fue testigo del primer trasplante de corazón