martes. 19.03.2024

Miles de romeros acompañan a la Patrona de Zamora en una romería que se celebra de forma ininterrumpida desde hace 728 años, siendo la más antigua de España.

Como cada año cuando llega el Lunes de Pentecostés, miles de romeros, cofrades y devotos acompañan desde esta mañana a la Patrona de Zamora, la Virgen de La Concha, en la 728 romería a La Hiniesta. Las campanas de San Antolín convocaban a la misa de romeros a las ocho de la madrugada para iniciar la tradicional romería una vez concluido el oficio religioso, cuando el pendón carmesí y la cruz alzada abandonaban el templo y se desataba la algarabía en la calle con vivas a la Virgen.

La música de las dulzainas, gaitas, flautas y tamboriles de la Escuela de Folclore anunciaba el paso de la Patrona por unas calles tapizadas de tomillo, romero y cantueso, que desplegaban su olor a primavera en uno de los días más bonitos que marca el calendario en Zamora. La Virgen de La Concha ha efectuado su primera parada en la iglesia de San Lázaro para visitar a su "prima", la Virgen del Yermo mientras los cofrades han entonado la Salve para continuar después el camino por la Cuesta de La Morana y la carretera de La Hiniesta, calles donde los vecinos del barrio han depositado ramos de flores silvestres en las andas de la Virgen.

La comitiva ha avanzado hasta la Cruz del Sancho donde, cumpliendo los Estatutos, los cofrades han rezado por el alma del rey asesinado y han besado el zapatito de plata del Niño. Cumplido este antiquísimo rito, los romeros se han dirigido hacia el pueblo de La Hiniesta efectuando las paradas correspondientes hasta llegar al Teso de la Salve, primer punto del camino donde se divisa la espadaña de la iglesia de La Hiniesta, con sus campanas repicando en señal de fiesta y bienvenida.

Para entonces el Niño ya estaba atado con cadena de plata a su Madre por salir a "robar" las espigas y los vecinos de La Hiniesta y su Ayuntamiento esperaban a los zamoranos a las puertas del pueblo, donde ha tenido lugar el saludo o venias de los pendones y el intercambio de bastones de mando entre el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, y el alcalde de La Hiniesta, Eugenio Gregorio. Unidas ambas comitivas, los vecinos de La Hiniesta y los cofrades de Zamora han subido la cuesta que conduce al impresionante templo de La Hiniesta, una joya de piedra, repitiendo la multitudinaria estampa que año tras año voltea la iglesia antes de la misa mayor ante la Virgen de La Hiniesta.

Finalizada la misa, los romeros han inundado las calles del pueblo de música y alegría y la cofradía ha celebrado su comida de hermandad con la asistencia de autoridades, presidenta de la Junta pro Semana Santa y diversos presidentes de cofradías de gloria que se han sumado a una de las jornadas más bonitas que pueden vivirse en la provincia zamorana. 

A las 17.30 horas de esta tarde la Virgen de La Concha abandonará la iglesia de La Hiniesta para emprender el camino de vuelta a la ciudad en una jornada que se prevé con chubascos y tormentas. En el mismo enclave donde esta mañana se saludaban los pendones se efectuarán las venidas de despedia y volverán los bastones de mando de Zamora y de La Hiniesta a manos de sus respectivos alcaldes.

Mientras los vecinos de La Hiniesta regresan al pueblo para continuar sus fiestas grandes, la Virgen de La Concha se encaminará a la ermita de Valderrey, donde la romería será recibida por la directiva del Cristo de Valderrey y donde los mayordomos del año en curso ofrecerán un refresco durante el rezo del Rosario.

Regreso por Vistillas

Por cuarto año y causa de las obras del AVE, la romería se ve obligada a modificar el camino de vuelta a la ciudad y no atravesará el bosque de Valorio, efectuando el regreso por Las Vistillas para llegar a las 21,45 horas aproximadamente a la ermita de Los Remedios, donde la Patrona visitará a la Virgen y donde será recibida por miembros de la Corporación Municipal portando la Seña Bermeja, emblema de la ciudad.

La romería inciará entonces su tramo final para dirigirse a la iglesia de San Antolín, donde la Virgen será despedida con el cántico de la Salve, uno de los momentos más íntimos y emocionantes de toda la jornada donde el recuerdo de quienes faltan se hace presente cuando La Concha parece mirar desde la puerta de su casa a todos sus hijos.

Después, en el interior de la iglesia, serán repartidas las espigas del Niño entre los niños y las flores entre los mayores. Y retornará poco a poco el silencio a las calles mientras Zamora cierra uno de los días más hermosos días marcados en rojo en el calendario de su historia.

Galería de imágenes y vídeos Rafel Lorenzo

 

 

Zamora camina con la Virgen de La Concha hacia La Hiniesta