martes. 19.03.2024
Grifo de una de las bañeras del hotel

Un grupo de treinta zamoranos que disfruta de sus vacaciones con el Imserso en Canarias (Tenerife y Fuerteventura) denuncia las malas condiciones del alojamiento procurado por el organismo estatal a través de subcontratas en Tenerife, al entender que no reúne las "condiciones mínimas" para alojar allí a grupos vacacionales.

Cucarachas en el recinto del comedor y de la piscina; pelos en la comida; ausencia de servicio en el restaurante (ellos ponen y quitan las mesas); instalaciones deterioradas, mala comida y poco variada,...estas son apenas unas cuantas de las quejas que algunos zamoranos han realizado en el Libro de Reclamaciones del propio establecimiento, el Green Park Tenerife, y que piensan elevar ante el Imserso para que verifique el estado del establecimiento, así como ante la agencia mayorista Mundiplan, que ha organizado su estancia en la isla tinerfeña.

"Sabemos que los jubilados pagamos poco por estos viajes -afirma uno de los denunciantes-, pero los alojamientos tienen que tener unas condiciones mínimas. Siempre se suelen contratar establecimientos de tres estrellas pero este no se puede calificar así".

Menor calidad

Para este usuario -que hace dos años vivió un caso similar-, es importante que la queja de este grupo de zamoranos llegue al Imserso, a la vez que afirma que en los últimos años ha bajado la categoría de los alojamientos cuando se viaja a las Islas Canarias. "Estos viajes a Tenerife se adjudicaron a la agencia mayorista Mundiplan -explica el zamorano-; antes los llevaba Mundosenior y compensaba unas ofertas con otras, las de las islas (que son más caras y en un precio tan bajo podrían no ser rentables) con las de la Península. Pero Mundiplan solo opera en Canarias, por lo que para ofrecer estos precios no puede compensarlo con otras ofertas".

Además de registrar sus quejas en el establecimiento, algunos de los miembros del grupo tiene pensado enviar un email a Mundiplan a su regreso a Zamora, además de ir al propio Imserso y a las agencias de viajes donde contrataron las vacaciones para expresar su queja e informar de las condiciones del alojamiento.

"Como hay tantos intermediarios en el camino -reflexiona uno de los afectados-, en estos casos, cuando el alojamiento no cumple los parámetros, se pasen la pelota de unos a otros y al final el que paga es el jubilado".

 

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Un grupo de zamoranos denuncia las malas condiciones de sus vacaciones con el Imserso