Promocionar y reivindicar el pimiento de Fresno-Benavente como producto de primera calidad e incorporarlo a la oferta de la hostelería zamorana. Ese es el objetivo de la primera feria del pimiento celebrada esta mañana en la Plaza de Viriato.
Según indicaba el presidente de la Indicación Geográfica Protegida, José Ramón Bodega, esta feria ya está consolidada en León hace veinte años, y su primera edición en Zamora responde a la necesidad de promocionar un producto de primera calidad de la provincia, como es el pimiento de Benavente. "Esta feria nace de la evidencia de que la hostelería y el comercio de Zamora obvian el pimiento de Fresno-Benavente. Hablamos con la Diputación para que nos echase una mano para que en Zamora exista demanda de los productos de su gente, para que esta feria se constituya en un buque insignia para que la hostelería incorpore el pimiento de Fresno-Benavente".
Según Bodega, esa demanda por parte de la hostelería zamorana "no existe". "Esto –afirma- en León o incluso en Asturias no pasa, ya que es un producto muy demandado. Hay que darlo a conocer y reivindicarlo".
Fresco o envasado, asado, aliñado o en confitura, los zamoranos pudieron acceder ayer a una sencilla representación del producto, que culminó con una degustación de pimiento frito de la que se repartieron centenares de raciones.
Dos expositores, Carlos Fernández, de Fresno de la Vega; e Isaías Furones, de Micereces de Tera, mostraban las excelencias del producto fresco, mientras que otros dos expositores lo ofertaban como conserva natural vegetal. Carlos Fernández invitaba a degustar el pimiento frito, en vez de asado. "No hace falta más que aceite de oliva, un producto de primera calidad , sal y mucho cariño para conocer lo exquisito de nuestro pimiento".
Isaías Furones, por otra parte, señalaba que el frío, primero, y la sequía, después, han marcado una cosecha muy mermada. "Para sacar veinte docenas de pimientos bien presentados –afirmaba- he tenido que recorrerme 12.000 plantas de las 30.000 que tengo. Este año se han quedado más de 5.000 kilos tirados en el campo. Primero, porque al plantarlos hizo mucho frío y luego hubo unas tormentas que los dejaron machacados. El que no estaba ya demasiado rojo, estaba ajado, por lo que la cosecha ha sido mucho menor que otros años".
Del campo a la mesa, a un euro la unidad (algunos pimientos pesan entre 300 gramos y medio kilo), los zamoranos pudieron ayer adquirir uno de los mejores productos que ofrece la provincia. Furones también ofrecía un pimiento de segunda categoría, pero menor tamaño, al precio de 10 euros la caja con unas 15 unidades. "Es necesario que demos a conocer el producto y que la gente lo demande", recalcaba.
