Según los expertos el 27 de octubre será el día en que todos tendremos la certeza de haber sido al menos un país libre de Ébola, de descuidos de pandereta y de poca profesionalidad e ignorancia.
Ante una alerta tan importante y pasando de largo el tema de los traslados para morir en España de un par de grandes personas dedicadas a los demás (pero que no valoraron el perjuicio que acarrearon a su país y a sus semejantes por los que lucharon en tan lejanas tierras), he de decir que realmente a mí este tipo de descuidos, fallos y faltas de decisión me acojonan más aún que cualquier tarjeta negra o escándalo a los que ya estamos acostumbrados.
El porqué de todo este acojona-miento manifiesto es el problema, tengo miedo a morirme y que no sea de viejo, y que no sea porque debo sino porque hay incompetentes manifiestos entre los que se creen profesionales o cobran como tales.
Una ministra que parecía una moderadora de tertulias, un responsable de sanidad de la comunidad de Madrid que está esperando a que lo abofeteen por prepotente y mal educado, una cadena de mando que no ha generado más que malestar y desidia no pueden jugar con mi vida y la vida de todos los españoles.
Está bien, ya sabemos cómo se contagia el Ébola y quizá por conocer muy bien y por desgracia los centros de salud, y los hospitales (tanto por dentro como por fuera) me da que a todos los sanitarios de este país les falta un hervor en su formación y un curso de cómo y de qué forma se tratan este tipo de alertas.
Hace días 4.000 trajes anti contaminación biológica o epi se hacían llegar a centros de salud y hospitales en Castilla y León, ¿saben ustedes como ponérselos y quitárselos? esa era la pregunta. Tener familia directa sanitaria te explica muchas cosas. "Acojonamiento" manifiesto en las caras de médicos y enfermeras que saben y llevan más de 20 años de profesión fue lo que ví.
Sólo espero que el 27 de octubre de 2014 sea un día en el que Teresa Romero se libre del maldito ébola y siga viviendo, que el 28 (día siguiente al 27) no más tarde, cesen a la ministra de Sanidad y al impresentable consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y sea también el 28 el día que en Zamora tanto sanitarios como cuerpos de seguridad del estado y profesionales que nos cuidan sepan de qué va esto del Ébola (les hayan dado la formación necesaria) y otras muchas enfermedades que creemos que no nos afectan porque están lejos.
Reciclarse o morir -nunca mejor dicho-, seguro que todos estos colectivos sabrán cómo y de qué manera hacer las cosas porque el miedo a morir agiliza el ingenio y por supuesto la atención, o al menos eso creo.
¡Ah! creo que ya han limpiado la UVI Mmóvil en la que trasladaron a Teresa, eso si aún no hay ninguna empresa de limpiezas que se haya atrevido a desinfectar su casa; igual que en EEUU, vaya, donde han limpiado dos horas después de ingresar a la enfermera contagiada y han repartido por su barrio las directrices de cómo actuar.
Igual que en este país motor de la economía europea en estos momentos de recesión y parón europeo. 27 de octubre día D on/off.
Al menos si todo esto hubiera pasado en un Ikea hubierámos tenido manual de instrucciones.